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El Pasek Belenos sigue seco: mal momento para el conjunto avilesino

El equipo asturiano, pese a momentos de mayor ritmo, sufre en ataque y acaba descoyuntado por un Sant Cugat muy sólido y con más argumentos (22-52)

Una «touche» durante el partido de ayer en el Muro de Zaro. | MARA VILLAMUZA

Una «touche» durante el partido de ayer en el Muro de Zaro. | MARA VILLAMUZA

Avilés

Si el Pasek Belenos se había marcado el encuentro ante el Sant Cugat, segundo clasificado de la categoría Élite, como el de la redención, el resultado fue la constatación de los problemas por los que atraviesa el equipo avilesino en este primer tramo de temporada. Los blanquiazules pusieron voluntad, por momentos más ritmo que en ocasiones precedentes, pero el resultado fue decepcionante: primera derrota en el Muro de Zaro y sensación de impotencia ante un conjunto catalán que acabó arrasando (22-52).

El comienzo de ambas mitades marcó el devenir del encuentro. Apenas habían transcurrido dos minutos cuando el Sant Cugat ya gozaba de ventaja merced a un golpe de castigo, diferencia que creció en el primer ataque clarividente de los visitantes, que acabó en ensayo (0-10).

El marcador nunca sonrió al Pasek Belenos, que sin embargo mostró en la primera parte el juego más trepidante de lo que va de temporada. Con Juan Rico y Berni multiplicados y con más decisión y soltura con el oval, el equipo que dirige Jesús Simón arrancó aplausos de sus aficionados. El juego de los locales apenas hizo mella en el sólido sistema defensivo del Sant Cugat, que no parecía sufrir en demasía, pero los golpes de castigo transformados por Brais permitían al Belenos acercarse hasta el 6-10.

En pocos minutos, la buena voluntad de los blanquiazules se vino abajo, primero con una patada de Arthur Picole, brillante en todas sus intervenciones, y posteriormente en un ensayo que vino a poner el broche a una serie de imprecisiones locales. El 6-20 del Muro de Zaro no auguraba nada bueno, pero no hubiera sido la primera remontada del Pasek Belenos al calor de Llaranes. La última acción de la primera parte alimentó la esperanza: golpe de castigo convertido por Brais (9-20) y tarjeta amarilla para el equipo catalán, forzado a jugar en inferioridad el inicio de la segunda parte.

Esos diez minutos de superioridad del Pasek Belenos tras la reanudación se presumían vitales, y no pudieron salir peor para los intereses de los anfitriones. En lugar de un equipo intenso y decidido se vio uno titubeante e impreciso, que recibió dos golpes de castigo y solo pudo suavizar el castigo antes de que el Sant Cugat recuperase a los quince. El marcador estaba entonces en un 12-26.

Los puntos del Belenos seguían llegando a cuentagotas, 15-26 con otro puntapié acertado de Brais. Al equipo de Jesús Simón ya solo le quedaba la apelación a la épica de jornadas precedentes, pero en este caso con un rival mucho más peligroso enfrente. El Sant Cugat así lo hizo patente, deshilachando a un rival que al final ya bajó los brazos. Las imprecisiones de los jugadores locales eran respondidas con ataques fulgurantes de los catalanes, que abrieron la diferencia en el marcador de manera constante e hiriente. Solo el final del partido puso punto y final al sufrimiento del Belenos, que el próximo domingo visita Las Rozas ya acuciado por la necesidad de abandonar los dos últimos puestos de la clasificación.

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