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Segunda División | El partidazo de Asturias

La rivalidad a pie de calle: el derbi de “Lore” y “Miche”, aficionadas del Sporting y del Oviedo

Vecinas de El Llano, aficionadas irreconciliables, viven el partido desde “lo guapo de picarse” | “Va a ser un 2-1, rezar para no bajar”, dice la sportinguista | “1-2 y te aviso, no subís”, responde la oviedista

Por la izquierda, Lorena Tuero y Edelmira Riestra, “la Miche”, en el ring del Centro Deportivo Gijón. | | ÁNGEL GONZÁLEZ

A la izquierda, con camiseta rojiblanca, nacida en Argüero, Villaviciosa, 40 años, sportinguista de cuna, uno de los motores de la peña Sentimiento Rojiblanco, Lorena Tuero Varas, “Lore”. A la derecha, con camiseta azul, carbayona residente en Gijón, 74 años, orgullosa integrante de Symmachiarii, Edelmira Riestra, “Miche, la Michelona”. La velada, en un clásico de los cuadriláteros, desde 1986, en El Coto, el Centro Deportivo Gijón. Suena la campana y empieza el derbi de “Lore” y “la Miche”, el combate dialéctico entre sportinguismo y oviedismo, el que se respira por toda Asturias, la esencia de una rivalidad como patrimonio a cuidar.

–“Vaya alegría que me dio el Tenerife. Ya te aviso, no subís”, dice la Miche, que entra fuerte.

–“¿A cuántos puntos estáis del play-off? ¿A 17?”, responde Lore. Buen gancho.

–“Voy decite una cosa, firmaba que subieran los dos a Primera, aunque nos tiraseis piedres”, contestan desde el bando azul, buscando tregua.

–“¿El Oviedo en Primera? No, no, yo no firmo”, replican del lado rojiblanco.

–“Olvida entonces lo que te dije, mozina”, devuelven desde el otro sector. Primer asalto.

Chus Prado, propietario del gimnasio y reconocida figura del boxeo asturiano, hace de improvisado juez. Un juez, en este caso, parcial. “Señora, toca que gane el Sporting. Ya les hemos dejado disfrutar en los anteriores derbis”, comenta con media sonrisa. “Sí, ho, si ganáis ye porque todos los tontos tienen suerte”, dice “la Miche”. Conoce las reglas, su hijo, Juan Luis, es árbitro de boxeo. Asume que ha sido un golpe bajo, aunque no lo reconoce. “No soy de insultar, ¡eh!”, asegura. “La Miche”, siempre mordaz, es un torbellino hablando. “Lore”, buena encajadora, mantiene la guardia y lanza afilados contraataques. El paso de los minutos conserva el ambiente de rivalidad. También acerca posturas. De cierta tensión inicial se pasa a un buen rollo contenido. No es la primera vez que se ven. Se conocen. Tanto, que son vecinas en el barrio gijonés de El Llano. “Nos cruzamos muchas veces en el supermercado”, apunta “Lore”. “No me doy cuenta”, responde “la Miche”. No es del todo cierto. Ella sola se descubre, cuando la conversación es más relajada. “Naciste en Argüero, ¿no?”, comenta, entre otros muchos detalles que delatan tener a su “contrincante” fichada.

Edelmira Riestra, “la Miche”, con la bandera del Oviedo. | Á. G.

Las dos piden agua. La camarera de la cafetería Ría de Arosa se encarga de servirla. “Mira, esta neña ye de les míes, del Oviedo”, dice “la Miche”. No hay respiro con ella. Vinieron por separado. No saben todavía que, al final, se marcharán juntas, en el coche de la familia de “Lore”. Estas dos mujeres encarnan la historia de una pasión que el sábado dividirá Asturias.

En el cuerpo a cuerpo aflora una vida alrededor del fútbol. “El carné dice Edelmira Riestra, pero tú pon ‘la Miche’, que si no, no me conoz nadie”, comenta desde el lado carbayón. 74 años contemplan a una ovetense y oviedista “nacida en General Elorza” a quien la vida puso a prueba su amor a los colores. “Mi marido empezó a trabajar en El Candín y nos mudamos en 1970 a Gijón”. Vivir en casa del eterno rival no la cambió, la reafirmó. “Fíjate si teníamos afición mi marido -Juan Michelón, ya fallecido y de quien le viene su sobrenombre- y yo que ya por entonces íbamos en Vespa hasta el Tartiere todos los domingos. Aquí hay de todo, como en Oviedo, pero ‘cuidao’, que tengo mal pronto”, comenta. En Gijón sigue, en su piso de El Llano, “lleno de insignias del Oviedo, cuadros con fotos de jugadores, cromos, bufandas, pines... Es un museo”. Allí crió a sus tres hijos, con el pesar de que ninguno le salió “muy oviedista. Eren más del rugby”. El orgullo carbayón se saltó una generación. Aitor, Raúl y Alma, sus nietos, comparten pasión. “Alma tien cinco años y antes de cumplir tres ya se sabía el himno”, presume “la Miche”.

Lorena Tuero, enfundada en la bandera del Sporting.

“Soy de los Symmachiarii desde hace 21 años, pero también toy metida en más peñas: La Colonia, Las Regueras, Olivares, Cervero, El Entrego, Azul Gijón…”, detalla en un ejercicio que resume su influencia en la afición azul. “Entre el carné de los nietos, las cuotas y los viajes con el equipo se me va la paga”, comenta con sorna, aunque admite que no se escapa mucho de la realidad. “Mi primer recuerdo oviedista ye un partido al que nos invitó don Silvela (Francisco Silvela, expresidente azul), cuando yo tenía 7 años. Fuimos unos cuantos chiquillos de mi escuela, en La Manzaneda”, rememora. No hay mandatario del conjunto carbayón que no la conozca. “Llévome muy bien con Eugenio Prieto y ya comí varias veces con el yerno de Slim (Arturo Elías)”, asegura. “Los mexicanos tienen dinero, pero de fútbol no saben mucho”, apostilla. Tampoco se libran jugadores y entrenadores. “Tengo predilección por Carlos, por Cervero... El que no me gusta nada ye Ziganda. Y ya se lo dije a la cara, ¡eh! Mandoi hasta whatsapps”, sentencia.

“¿Qué es el Oviedo para mí? Todo. ¿El Sporting? Nada”, continúa “la Miche”. “Veré el partido con unos amigos de la peña La Colonia. Vamos de restaurante. Primero comida y luego, fútbol”, dice la seguidora azul. “Lo esencial ye ganar al Sporting. Lo primordial, ascender. Llevamos unos cuantos años ganando, pero no sé lo que pasará el sábado”, reflexiona. Mientras tanto, “la vida por Gijón, normal. No se meten conmigo y yo tampoco voy provocando. En el fútbol sólo insulto a los árbitros. Llámolos caracoles. Un día un árbitro me pidió que se lo explicara. Le dije que a cambio de su silbato. Diómelu y se lo expliqué: ‘sois cornudos, babosos y arrastraos’. Se meaba de risa”. Genio y figura.

Lorena Tuero Varas es una maliayesa a quien las curvas de la antigua carretera de Villaviciosa a Gijón meció escuchando partidos del Sporting en el coche de su padre. Afincada en Gijón desde hace 25 años, su sportinguismo vivió un antes y un después el 26 de julio de 2006, el día que nació su hijo, Pelayo. “A él le encanta y yo empecé a vivirlo también a través de él. Ahora lo siento todo más intensamente”, explica. Ella puede decir que no es sólo una afición, también es una forma de trabajo. Poco después comenzó a regentar una cafetería en El Llano. Hace ocho años, su pareja, Xuacu Rodríguez, se quedó en el paro al cerrar el taller de carpintería en el que trabajaba. Aquello acabó transformado en una oportunidad.

La mascarilla de Quini hecha por la peña Sentimiento Rojiblanco.

“Le dije que se viniera a trabajar conmigo y él tuvo la idea de convertir nuestra cafetería en un rincón para el sportinguismo. Fue lo mejor que hicimos”, explica. La Regence es ahora el corazón rojiblanco de El Llano. Paredes llenas de recuerdos del Sporting. Un techo cubierto con más de 200 bufandas. Dos grandes banderas en su fachada se colocan los días de partido. “El ascenso de los Guajes fue en Sevilla, pero aquí hubo tanta emoción como en el Villamarín. Mira, todavía me emociono. ¡Se me ponen los pelos de punta!”, dice “Lore”. Lo demuestra. “Exroijblancos como Eloy, José Manuel o Chiqui de Paz son clientes habituales y me entró ya algún aficionado del Oviedo. Les confesé mi admiración y se lo agradecí. Yo, al contrario, no lo haría”, admite.

A Lorena, habitual de El Molinón antes de la pandemia, le toca trabajar el sábado. No habrá toda la gente que le gustaría por las restricciones, pero el ambiente está asegurado. “Ya tenemos todas las mesas reservadas. Pondremos el himno primero, como siempre, y Pelayo anunciará las alineaciones con un micrófono que tenemos, al estilo del spekaer de El Molinón, Borja (Blanco), también buen cliente”, detalla. “¿Qué es el Sporting?, una parte más de mi familia; ¿que supone el Oviedo?, algo que me genera repulsa. El problema de los oviedistas es que con ganar al Sporting ya dan por buena la temporada. Yo cambio perder el derbi por subir a Primera”, sentencia.

–“Vamos a ganar 1-2. Meterá uno esi que mete siempre en el Sporting y luego, los del Oviedo, Javi Mier y Borja Sánchez. Lo digo y me sabe a gloria”, responde “la Miche”.

–“2-1, con goles de Djuka y Pedro Díaz. El del Oviedo, ni idea, que no me sé ni los nombres. Y rezar por no bajar”, le devuelve “Lore” antes de que las dos se suban al mismo coche de vuelta a casa, de vuelta a El Llano. Se van con la sensación de no hay vencedores ni vencidos. Al menos, antes del sábado. Se quedan con “lo guapo del pique, de defender colores, pero sin crispación, que con todo lo que nos está pasando en esta vida ya tenemos bastante”.

Quini une hasta en las mascarillas

Quini era socio de honor de la peña Sentimiento Rojiblanco, con sede en la cafetería de “Lore”. También llegó a compartir charla e incluso casi butaca con “la Miche” “en un partido en El Molinón, justo antes de que tuviera que operarse”. No hay dicusión posible cuando se habla de El Brujo. El respeto y admiración es mutuo. De hecho, el encuentro de estas dos aficionadas con LA NUEVA ESPAÑA descubre que en casa de “la Michelona” no es todo azul. “Tengo una mascarilla que se hizo en homenaje a Quini”, desvela. “Nosotros en la peña hicimos unas cuantas y las distribuimos”, comenta “Lore” antes de atar cabos. “Miche” lo admite, la suya es una de las mascarillas de la peña de “Lore”. 


“Un día entró en la cafetería muy temprano. Pidió café y croissant y yo estaba rezando para que mi hijo, que pasa por delante siempre antes de ir al colegio, apareciera antes de que Quini terminara y volviera a salir por la puerta”, relata “Lore”. El café le duró poco a El Brujo. “Cuando se levantó, le pedí que si por favor podía aguantar un poco más. Le expliqué lo de mi hijo. No se movió hasta que Pelayo entró y se hizo una foto con él. Ése era Quini”, detalla esta aficionada rojiblanca. “El fútbol y los futbolistas de antes eran de otra manera. No ves que hasta se juntaban entre ellos, los del Sporting y el Oviedo, a echar la partida. Y todavía muchos lo siguen haciendo”, comenta “la Miche”. “Es que me llevo muy bien con los veteranos del Sporting, ¡eh!”, continúa. Se suelta un poco y confiesa que “hasta pinté unas tejas con los colores del Sporting para recaudar fondos para temas de nuestras peñas. Tengo amigas sportinguistas que cuando me vieron hacer las del Oviedo me pidieron unas. Y oye, lo importante era seguir juntando unes perruques”. También detalla que intercambia lotería del Oviedo con la asociación de veteranos rojiblancos. “Suelo llevarla al negocio de Redondo. Buena gente”, apunta. “Oye, pues nosotros también tenemos lotería, qué te parece si la próxima vez intercambiamos entre nosotras”, propone “Lore”. Hay acuerdo. Y es que la rivalidad, en el fondo, une. 

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