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Las historias femeninas de los derbis: así viven ellas la rivalidad

Raquel Agúndez y Ana Isabel Fernández Llaneza

Raquel Agúndez

"Gijón estará con el Sporting a tope"

No muchos saben que a los seis años, Raquel Agúndez se entrenaba en Mareo formando parte de las categorías inferiores del Sporting femenino. No fue por mucho tiempo. Aquellas botas de fútbol acabaron utilizándose para jugar a otro tipo de fútbol, el Americano. A sus 30 años, esta gijonesa del barrio de La Arena preside la Federación Asturiana de esta modalidad deportiva sin olvidar los primeros colores que defendió. Bajo ese prisma mira hacia el derbi de El Molinón. “Gijón estará a tope con el Sporting. Espero que ganen. Soy de las que, si se puede, en vez de ganar por uno quiero meter seis. De todas formas, digo una cosa, firmo ascender a Primera a final de temporada y perder los dos partidos del año ante el Oviedo”, asegura.

A Raquel lo del sportinguismo le viene de casa. “Mi hermana, Sara, jugó toda la vida en el Sporting femenino. Ahora sigue jugando, pero en el Gijón femenino de sala”, detalla. No es el único vinculo que le une de cerca al conjunto gijonés. Hay otro caso, más literal. “Entre mis vecinos está la familia de los Ablanedo, los exjugadores del Sporting”, añade. Todavía no tiene muy claros sus planes para el sábado, el día del partido en el Molinón. Admite que la pasión por el fútbol, el del balompié, no el Americano, vive algunos momentos de crisis personal. “No suelo ver todos los partidos, pero sí que intento seguirlos. Y por supuesto, quiero que suban”, subraya.

Raquel espera que la rivalidad entre el Sporting y el Oviedo no derive en nada que trascienda o vulnere el juego limpio. Ni dentro del campo, ni fuera. Hace énfasis en ello. No es una pose. “En el deporte hay que ganar siempre limpiamente. Tampoco me gusta lo de ir con el freno de mano echado. Soy de las que siempre le gusta ir al ataque, a marcar”, comenta. En esa línea se expresa a la hora de destacar una de las armas que considera claves para vencer en un partido de tanta tensión y rivalidad como el derbi. “Hay que tener fe, ganas e ilusión, que el equipo sea y funcione en todo momento como una piña”, asegura.

La visión que hace sobre la campaña de los rojiblancos, en la que han navegado permanentemente dentro de los puestos que dan acceso a Primera, ya sea en plazas de ascenso directo o en play-off, llevan a la presidenta de la Federación Asturiana de Fútbol Americano a una reflexión. “Creo que tener al Sporting en Primera sería un plus no sólo en cuanto lo deportivo, también para la ciudad y socialmente”, explica. Ella añora aquellas tardes de fútbol en la máxima categoría, en las que, por entonces, era una habitual de El Molinón. “Recuerdo partidos contra el Barcelona de la buena época (la de Guardiola) y otros también importantes. Tengo amigos especialmente forofos con el equipo y veo que están muy ilusionados con la temporada actual. Ojalá acabe de la mejor manera y por el camino, tres puntinos ante el Oviedo”, concluye.

Ana Isabel Fernández Llaneza

“Eso de ‘aldeanos’ me suena mal”

Ana Isabel Fernández Llaneza (Oviedo, 1949) el oviedismo no le viene de familia. “Mi padre no era futbolero y mi madre tampoco. A mí siempre me gustó, pero tampoco me iba la vida en ello”. Hasta que conoció al que hoy es su marido, Faustino Fraile. Se casaron en 1967. Fue un flechazo. “Jugó toda la vida al fútbol, en regionales y en Tercera División. Le fui a ver mucho cuando estaba en La Piloñesa y poco a poco me empezó a gustar más”. El fútbol, pues, se coló por amor en la vida de Fernández Llaneza. Y su equipo no podía ser otro que el Oviedo, para ella el “Oviedín”, porque, dice orgullosa: “Toda mi familia es de Oviedo y nunca nos movimos de aquí”. Fue así, como quien no quiere la cosa, como empezó a involucrarse en el oviedismo militante. En los setenta hizo innumerables viajes acompañando al equipo en los desplazamientos. “Estuve en Madrid, Barcelona, Málaga, Santander, Salamanca... Fueron años muy bonitos y tengo recuerdos familiares guapísimos. Viajábamos siempre en familia”, rememora Fernández Llaneza, que tiene recuerdos imborrables y un porrón de derbis a las espaldas, aunque solo fue una vez a El Molinón. “No quise volver porque hubo alguno que me insultó”, lamenta la oviedista, que explica su concepto de la rivalidad. “Yo no me meto con nadie, no me gusta faltar a nadie y eso de llamar ‘aldeanos’ a los del Sporting me suena muy mal. Eso sí, también admito que con las de la peña despotricamos bastante contra ellos...”. La vida de Fernández Llaneza cambió en 1998. El Oviedo estaba en Primera División y a María del Puerto se le ocurrió montar una peña del Oviedo solo de mujeres. El nombre se les ocurrió casi de inmediato: La Regenta. “Cuando la montamos fue un boom. Prácticamente no había peñas de mujeres. Había una del Atlético de Madrid y otra del Betis. Ya. Hicimos la inauguración en el Auditorio y fue todo el mundo”, recuerda. Desde la fundación de la peña, que sigue en la actualidad, un sinfín de recuerdos. “Aunque sea un mal momento deportivo, cuando mejor lo pasamos fue viajando por los campos de Asturias en Tercera División y apoyando al equipo. Fue una época que unió mucho al oviedismo”. Fernández Llaneza recela de los derbis. Dice que no le gustan nada los partidos de máxima rivalidad. “Lo paso demasiado mal, estoy incómoda en estos partidos y me pongo nerviosa viéndolos. No me gusta nada la rivalidad y solo espero que el derbi pase pronto. De hecho, tal y como estamos, firmo el empate, aunque espero que gane el Oviedo 0-1”. La ovetense reconoce que está muy desilusionada con el Oviedo y con el fútbol. Incluso con el ritmo de la peña. “Está todo muy parado por el covid y vamos a menos cada año. Ahora somos 14 integrantes”. Sobre el Oviedo, se lamenta. “No me fio nada del equipo, pero nada. No rematan, no meten goles, es que no nos dan una alegría. A ver si al menos en el derbi…”.

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