Miguel Ángel Ortiz Arias, madrileño de 36 años, será el encargado de dirigir el derbi asturiano del sábado. Un encuentro que, asegura, le hace especial ilusión por su trascendencia, aunque dejando claro que "es un partido más".

El colegiado madrileño, que estará asistido por Guillermo Santiago Sacristán y David Bernal Martín, con Pedro Eugenio Muñoz Piedra como cuarto árbitro. En el VAR estarán Santiago Varón Aceitón y Francisco José Arencibia Medina, asegura que "las jugadas que haya el principio marcarán el devenir del encuentro". Por eso, el árbitro es consciente de que "acertar en los primeros minutos es clave".

Sobre todo, porque Ortiz Arias deja claro que la clave del partido desde el punto de vista arbitral estará en empatizar con los jugadores y, sobre todo, "anticiparnos a cualquier tipo de problema y, si no, solucionarlos de la mejor manera posible". Así, deja claro que "hay que anticipar y hablar con los jugadores, que tengan la cabeza en el partido, no podemos permitir entradas duras y que la temperatura del encuentro suba y el fuego sea incontrolable".

De cara al partido, Ortiz Arias siente ese "gusanillo" que también tienen los jugadores antes de un derbi, consciente de la importancia del encuentro para ambos equipos y, también, para su futuro como colegiado. "No es un examen, es una prueba más", explica el colegiado madrileño, aunque asegurando que "es un partido que todos queremos dirigir, muy importante. No dejan de ser tres puntos, aunque tiene más trascendencia por la disputa que existe entre ambos clubes".

Así, cuando el pasado lunes se enteró de su elección, se puso "muy contento", ya que "es muy bonito que piensen en uno" para dirigir un partido así. "Todos queremos dirigir este tipo de encuentros, me hace mucha ilusión", explicitó.

Sobre todo porque "es la primera vez que voy a pisar ese estadio, mítico, me hace mucha ilusión", aseguró en referencia a El Molinón en unas declaraciones realizadas en Radio Marca Asturias, donde explicó que "es un escenario muy bonito, en el que no he tenido la suerte de estar, ni siquiera de cuarto árbitro".