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Un derbi con poco VAR: solo dos jugadas polémicas en los tres partidos de rivalidad desde la implantación del videoarbitraje fueron revisadas

En ambas se ratificaron las decisiones del árbitro

El árbitro Milla Alvendiz, de espaldas, señala el penalti por derribo a Sangalli, sentado en el césped, en el último derbi entre el Oviedo y el Sporting. |

Los últimos partidos de rivalidad entre el Sporting y el Oviedo estuvieron alejados de la polémica arbitral de antaño, aunque con matices. Los tres que se han disputado desde implantación del VAR en la temporada 2019-2020 se saldaron con dos jugadas que requirieron la intervención del videoarbitraje, y en ambas se ratificaron las decisiones que habían tomado los árbitros: un fuera de juego de Babin, que acabó en gol y fue anulado, y una mano de Grippo dentro del área que no señaló el colegiado y el VAR tampoco consideró sancionable.

El desembarco del VAR la Segunda División española se produjo a comienzos de la temporada 2019-20, justo después del último derbi polémico para la hinchada azul: aquel que se disputó en El Molinón en la segunda vuelta de la temporada 2018-19 en un partido que supuso la única victoria del Sporting desde el regreso del Oviedo al fútbol profesional.

Un solitario tanto en la primera parte, “a medias” entre Christian Fernández y Álex Alegría, dejó los tres puntos en El Molinón, en un partido en el que la polémica apareció en el tiempo añadido con un gol de Ibrahima que fue anulado por el colegiado Díaz de Mera, que entendió que el delantero senegalés había cometido falta sobre el central rojiblanco Peybernes. Con el francés en el suelo, Ibra disparó y batió a Mariño, pero el árbitro señaló falta y anuló la acción en medio de las protestas de los jugadores oviedistas. Díaz de Mera mostró en ese partido trece amarillas: cinco a los rojiblancos y ocho a los oviedistas. Además, señaló un penalti en otra acción discutida entre Djurdjevic y Christian Fernández, que el serbio no aprovechó.

Fue un derbi que también trajo polémica fuera del campo. Tras el partido, el Oviedo hizo público un comunicado en el que anunciaba la ruptura de relaciones institucionales con el Sporting. Las quejas de los aficionados azules a través por los rigurosos controles de acceso al estadio o la falta de servicios mínimos en la zona que los aficionados tenían habilitada en El Molinón provocaron la respuesta del club para denunciar el trato ofrecido a su afición. Tras un período de tirantez, los dos clubes acercaron sus posturas la pasada temporada. En la crisis del coronavirus, ambos clubes se unieron para agradecer a todos los estamentos de la sociedad que lucharon en primera línea contra la pandemia. Las relaciones personales, alguna de amistad, entre miembros de las dos directivas se mantuvieron y el problema de salud del presidente oviedista, Jorge Menéndez Vallina, hizo que los contactos fueran frecuentes en los últimos meses entre los dirigentes de los dos máximos representantes del fútbol asturiano.

El primer derbi con VAR se disputó el 18 de noviembre de 2019 en el Carlos Tartiere y concluyó con empate a cero goles. El árbitro del partido fue el colegiado vasco Gorostegui Fernández-Ortega. Mostró seis tarjetas amarillas, tres a cada equipo: a los oviedistas Ortuño, Tejera y Lolo, y a los rojiblancos, Molinero, Javi Fuego y Pablo Pérez. Fue el derbi más soso desde el reencuentro de ambos equipos en el fútbol profesional, ya que el miedo a perder de ambos fue más grande que las pocas ambiciones ofensivas que mostraron los dos equipos, dirigidos por dos entrenadores asturianos: Javi Rozada, en el Oviedo, y José Alberto, en el Sporting. Un partido que contó con las ausencias de los dos jugadores más desequilibrantes de ambos equipos: Saúl Berjón por parte del Oviedo, que estaba lesionado, y Manu García, en el Sporting, con la selección sub-21

El derbi dejó muy poco fútbol y ausencia de jugadas polémicas. Solo cabe reseñar una acción de Carmona que acabó con el balón en la red, pero anulada con anterioridad por clara posición de fuera de juego del centrocampista rojiblanco. Sporting y Oviedo se volvieron a encontrar en El Molinón en la recta final de la pasada temporada, en el que fue el primer derbi disputado a puerta cerrada por la crisis del covid-19. Un gol de Borja Sánchez en el tramo final del encuentro decidió un choque atípico y que se llevó el equipo más necesitado, el Oviedo. Los azules llegaron a El Molinón en puestos de descenso y sumaron tres puntos de oro en su intento de conseguir la permanencia en la categoría. Con su victoria se pusieron con 40 puntos, los mismos que ahora tienen, y con dos de ventaja sobre el descenso.

El partido fue arbitrado por el colegiado Figueroa Vázquez, que mostró un total de cinco tarjetas amarillas, dos para los rojiblancos (Molinero y Pablo Pérez), y tres a los oviedistas (Luismi, Christian y Tejera).

Tras el gol de Borja Sánchez, en el minuto 69, a falta de cuatro minutos para el final llegó la única jugada polémica del partido. Un centro desde la izquierda de Álvaro Vázquez fue rematado de cabeza por Babin a la red. El colegiado anuló el gol a instancias de su asistente. La acción fue revisada posteriormente por el VAR, que ratificó la decisión del árbitro al comprobar que Babin, por muy pocos centímetros, se encontraba en posición ilegal. El partido finalizó con victoria del Oviedo por 0-1, la primera en El Molinón desde 1997.

El último partido de rivalidad se disputó el pasado mes de octubre en el Carlos Tartiere y concluyó con victoria del Oviedo por 1-0, gol marcado por Tejera de penalti. El árbitro del encuentro fue Milla Alvendiz, del colegio andaluz, Mostró tres tarjetas amarillas, a los rojiblancos Babin y Manu García, y al oviedista Christian Fernández.

El gol de Tejera fue de penalti, tras un derribo muy claro de Javi Fuego sobre Sangalli y sirvió para que los azules lograsen la primera victoria de la temporada y cortar la racha de cuatro triunfos consecutivos de los rojiblancos. Antes de la jugada del penalti, el Sporting reclamó otro, en un disparo de Djuka desde un lateral que pegó en la mano de Grippo. El árbitro no la señaló y tampoco el VAR estimó que fuera una acción punible.

Sólo dos jugadas analizadas por el VAR en los tres últimos derbis, y que además dejaron poca discusión, es el balance del nuevo sistema que sigue sin convencer a la mayoría de los clubes del fútbol español.

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