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Una sana convivencia: así vivieron el derbi los oviedistas que coincidieron con sportinguistas

“El ambiente fue estupendo”, cuentan los azules que compartieron el derbi junto a hinchas del Sporting

Un seguidor del Sporting, rodeado de hinchas azules en el derbi. | I. C.

No hubo viaje organizado, pero sí numerosos hinchas del Sporting en las gradas del Tartiere durante el derbi del sábado (1-1). Los mellizos Alejandro y Pelayo Vigil y su imagen icónica rodeados de hinchas carbayones no fue la única em un partido de alta tensión en el que no hubo que lamentar ningún incidente dentro del estadio. Reinó la cordialidad. La normalidad. Con cada hincha defendiendo lo suyo y un apretón de manos al final. Hay varias historias de rivalidad sana.

Mónica García, socia azul, siguió el partido cerca de unos chavales rojiblancos. “Nos portamos estupendamente con ellos y todo fue ejemplar. Ellos animaron a sus jugadores y nosotros a los nuestros; celebraron el gol del Sporting y nosotros el del Oviedo. Creo que debería ser así siempre”. La seguidora azul dice que “me encanta que haya gente de otros equipos en el Tartiere, aunque sea del eterno rival. Cada uno que celebre sus goles sin faltar al respeto”.

Manolo Arbesú, abonado del Oviedo de 70 años, estuvo sentado en el fondo sur. Tres seguidores del Sporting estaban justo en una fila debajo a la suya. “Hubo muy buen rollo, la verdad es que yo ni les sentí. Eran gente fenomenal. No puedo tener queja alguna. El ambiente debería ser así siempre”.

Juan Selgas, abonado azul que vive en Cudillero y que estuvo en el Tartiere, en la zona del palco presidencial. “Fui con un amigo y nos tocó cerca de una familia del Sporting. No hubo ningún problema e incluso hacíamos bromas con ellos. Al final vamos a un partido, no a la guerra”, asegura Selgas, que broma diciendo que vive en “zona hostil” por la amplia presencia de seguidores del Sporting en Cudillero. El que vivió más de cerca la sensación de los rojiblancos fue Luis Núñez, un aficionado azul residente en Madrid que se ubicó en la tribuna Aramo, al lado de donde se congregaron seguidores del Sporting, separados del resto del estadio. “Ellos animaban al Sporting y nosotros al Oviedo. Cuando marcamos hubo alguno que se dirigió a los nuestros, pero como estaban escoltados la cosa no pasó a mayores. El ambiente era de normalidad. Hubo aficionados con camisetas del Sporting en casi cualquier punto de Oviedo”.

Benja Suárez vivió el derbi desde la tribuna Ería. A pocos metros de él había varios jóvenes del Sporting. “Todo se vivió normal porque en Oviedo la gente tiene educación. A mí no se me ocurriría insultar a nadie, aunque también recalco que me gustaría que en el Tartiere todos fuesen del Oviedo. No le daría mis entradas de acompañante a aficionados del Sporting; si quieren venir, que paguen la general”, explica el hincha, que recalca el ambiente de “cordialidad” con los sportinguistas. Suárez, por contraste, asegura que cuando él fue a El Molinón para seguir un derbi lo pasó “realmente mal”. “Se pasaron el partido insultándome, jamás volveré a ese estadio por eso. Me pareció ridículo y absurdo. En Oviedo la gente es educada, aunque siempre hay excepciones, pero aquí es eso, una excepción”.

Rodrigo Fuente, que se ubica cerca del marcador, es otro abonado del Oviedo que coincidió con seguidores rojiblancos en el interior del Tartiere durante la disputa del derbi. “La convivencia fue muy positiva. Al final del partido nos dimos la mano”.

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