El final del derbi asturiano entre el Sporting y el Oviedo (0-1) acabó en caos, con los jugadores encarándose en varios lugares del campo y los antidisturbios en el césped. Pasó de todo. Y mucho pasó desapercibido. Este es el relato de lo sucedido en El Molinón en los minutos posteriores al final del encuentro.
Los jugadores del Oviedo saltan de alegría y el Cuco se abraza con su segundo entrenador, Bingen Arostegi. Los futbolistas azules se tiran por el suelo, eufóricos, y van hacia el Fondo Sur de El Molinón. Villalba echa a correr a sprint en dirección a ellos. Sangalli celebra la victoria y se lleva la mano al brazalete de capitán. Villalba choca contra él y Borja Sánchez lo para. Mientras tanto, en el otro lado del campo, jugadores del Sporting rodean a Femenías, que soporta agresiones. Berto le tira dos patadas que no llegaron a impactar en el meta y Christian Rivera le propina un golpe en la cara con la mano. El árbitro lo recogió en el acta. En el otro conato, el más numeroso, aparece Djuka, que va a por Sangalli.
Mario Cotelo, delegado rojiblanco, le separa. Se forma un gran barullo. A la trifulca llegan Jony, Ramírez, y más suplentes del Sporting. Djuka se encara con Montiel, que estaba separando, vestido de calle, ya que estaba sin convocar por su sanción. Bolaño se ríe mientras se echa para atrás. Llega un miembro del cuerpo técnico del Sporting, que se intenta llevar a Djuka. Mientras tanto, compañeros del Sporting zarandean a Jony para sacarlo del meollo. Cotelo habla con Sangalli, alejado ya del tumulto. Babin aparece entonces en escena, se va directo a por Tarín y le empuja. Este hace gestos de no entender nada. Babin le coge por el cuello y Cornud le quita la mano. Hay miembros de seguridad cerca y los asistentes mirando. Mariño les dice a sus compañeros que se vayan, desesperado.
Mientras tanto, Policías Nacionales discuten con jugadores del Sporting y con miembros del cuerpo técnico en la otra mitad del campo. Aitor toca por detrás a un antidisturbios, que se gira y le golpea levemente con el escudo. En ese momento el Cuco está protegiendo a Femenías. El gran conato se va apaciguando. Mier indica a sus compañeros que se vayan a celebrar a la otra mitad de campo. Cristian Rivera se encara con un antidisturbios y le hace gestos de que se vaya. Los jugadores del Oviedo ya están en el centro del campo. Bolaño enseña su camiseta al estadio y se van a la esquina del Fondo Norte a celebrar la victoria. Después, hubo también varios altercados en el túnel de vestuarios.
