Dejan Drazic (Sombor, septiembre de 1995) es la cara nueva del Celta. El jugador serbio de 19 años recalará el el conjunto vigués procedente del OFK Belgrado y reforzará la línea de ataque.

El joven balcánico es un futbolista que aumentará la competencia en la poblada delantera celeste, tal y como había anticipado el técnico Eduardo Berizzo. Drazic es un extremo zurdo acostumbrado a jugar a pierna cambiada. Destaca por su habilidad con el balón y su velocidad. El jugador es la pieza que le faltaba al Celta después de la marcha de Santi Mina al Valencia. Drazic reúne condiciones muy similares a las que poseía el canterano: juventud, capacidad de regate, rapidez y sangre fría de cara a puerta.

El serbio apenas cuenta con experiencia fuera de su país. Se formó en las categorías inferiores del Partizan de Belgrado y del FK Teleoptik y pasó un breve periodo a prueba con el Rubin Kazan ruso. En el verano de 2013 firmó su primer contrato profesional con el OFK Belgrado, club con el que debutó en septiembre en primera división y con el que disputó desde entonces 51 partidos y con el que anotó nueve goles. Su papel protagonista en la liga le valió para que le convocasen con las selecciones inferiores de Serbia sub-19 y sub-20. Con esta última se proclamó campeón del mundo de la categoría el pasado mes de junio en Nueva Zelanda.

Con este movimiento el Celta hace una clara apuesta por el futuro. Miguel Torrecilla, director deportivo, ha contratado en este 2015 a Bongonda y Drazic, de 19 años, y a Guidetti, de 23, con lo que se asegura la buena salud de la delantera celeste por varias temporadas. Además, por segundo año consecutivo, la directiva viguesa echa sus redes en el mercado serbio, donde descubrió a Nemanja Radoja la pretemporada pasada.