Cuenta la leyenda que una vez nevó en Liverpool. El entrenador del club acudió al libro de historia de la institución y buscó lo que hizo la plantilla red en una nevada anterior. El club inglés tiene un diario, un libro de historia, que cubre cada entrenador. La costumbre no existe en España, pero bien que le vendría un libro como los de Liverpool para el admirado Paco Herrera. A lo mejor descubría que tiene que imitar a Vujadin Boskov, quien en trances similares a los anteriores procedió a una pequeña revolución en la alineación del Sporting y echó mano de Villa y Cunningham. El Sporting ganó dos a cero en El Molinón y enderezó la marcha ya para todo el resto de Liga. En primera, distinguido público.
Herrera, sincero y amigo de decir la vida, confiesa que no encuentra el camino para este Sporting que lleva unas semanas decepcionantes, culminadas en El Sadar con un partido horrendo en el que no remató ni una sola vez. Nadie puede pretender que el Sporting gane todos los partidos de fuera de casa, ni acaso los de casa, pero sí cabe esperar que la imagen sea distinta a la ofrecida en Pamplona, donde a los nueve minutos ya perdía en un gol que fue una enciclopedia de dejadez y blandura defensiva. El Sporting perdió por dos goles y no encajó más gracias a los aciertos de su portero Mariño.
Sintonizar el canal historia para recordar lo que hizo en su día Vujadin Boskov no se trata de un inútil afán de influir en un entrenador con larga trayectoria y sobrada experiencia. Tampoco es afán de recordar que este Sporting no juega bien y pierde porque es un muestrario de mediapuntas, aquellos jugadores que, según Jorge Valdano, no se sienten responsables de nada: ni de defender ni de hacer goles. El Sporting, por razones que se desconocen, lleva años poblando su plantilla de mediapuntas y vaciándolas de centrocampistas de verdad. La visión del campo en El Sadar desvelaba que, una vez más, el Sporting regalaba la zona crucial al rival, que pareció mejor equipo de lo que es realmente. Herrera, distinguido público, se equivocará si repite alineación el sábado ante el Sevilla Atlético, un rival que puede ayudar a enderezar el rumbo de un equipo llamado a regresar a Primera a final de temporada. El Sporting perdió en Pamplona, pero no ha perdido ningún tren, aunque se ha dejado pasar por varios rivales. Queda tanta Liga que nadie puede rasgarse las camisetas por dos o tres partidos malos. Los rojiblancos afrontan en seis días tres partidos que pueden ser la rampa de lanzamiento.
Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿sabe Esuperio quién faltaba en la foto de los cinco de Lezama y qué papel juega en todo eso? Próxima parada, Capuchinos.
