Hace años sostenía, y sostenía bien, Jorge Valdano que el delantero centro que no marcaba goles no servía para nada. El mismo Valdano mostraba sus reticencias hacia los mediapuntas porque, decía, ni se responsabilizan de defender ni de hacer gol. El gol, el momento clave del fútbol. El gol que echan de menos los equipos en cuanto se les tuercen un poco las cosas. La importancia, pues, del delantero centro está fuera de toda duda, al margen del número que ese especialista lleve dada la variedad numérica de estos tiempos. Quini, por poner un ejemplo bien cercano, lucía el ocho en los años iniciales y medios de su larga y productiva carrera. Luego le pusieron el nueve, pero daba lo mismo.

Ahora mismo este Sporting parece andar metido en problemas con su delantero centro, que se entiende que es Stefan Scepovic, enviado en los dos últimos partidos al banquillo por Paco Herrera, quien parece que va a contar de nuevo con él para el duelo de mañana ante el Almería. Stefan tiene a sus espaldas a Viguera y Castro, aunque Santos se apunta al puesto.

Para un equipo como el Sporting, que quiere, que necesita, ascender, es vital contar con un delantero centro que garantice una buena lista de goles y un juego que facilite a los hombres de las líneas de más atrás llegar con opciones de éxito al remate. De ahí la trascedencia que tiene el papel que ha de jugar Stefan, de quien no sirven ausencias o escasa implicación en la tarea de devolver al equipo a Primera.

En el fútbol de hoy, con tanto analista bien preparado, es vital contar con buenos profesionales en cada puesto del equipo. No sirve aquello de que, por ejemplo, los laterales eran puestos de menor rango. Hoy falla un lateral y el rival se cuela por su banda las veces que hagan falta por el aviso del analista de turno que ve crecer la hierba. Es cierto que hay puestos cruciales: portero, defensa central, organizador y ariete, aunque el resto son muy importantes. La columna central termina en el delantero centro; de ahí la importancia que tiene para un equipo que quiere ascender. Sólo hace falta recordar la columna vertebral del Sporting de los grandes días: Castro, Maceda, Ciriaco y Quini. Casi nada al aparato, distinguido público.

La importancia del delantero centro ha de pasar también por la estabilidad en el puesto. Todo indica, según los más finos analistas, que Herrera llama a Stefan y a Santos para doblegar a un Almería necesitado y peligroso en un partido con mayor relieve de lo que pueda parecer.

Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿ya va teniendo claro Esuperio las necesidades de la plantilla para el mercado de enero, porque haberlas haylas? Próxima parada, Capuchinos.