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Pablo González

Como un grande

El Sporting aprovechó la que tuvo y aguantó el 0-1 con poco fútbol

El Sporting se ha olvidado de perder. La última vez que lo hizo se agotaron los voladores y el cava en la capi y los antidepresivos en la orilla del Piles. Semanas después el cuento ha cambiado bastante. Para empezar, ayer el equipo de Baraja entró en la historia del club rojiblanco al superar las siete victorias consecutivas del Eurosporting de Novoa. 24 puntos de 24 hacen del Sporting un líder más sólido.

Pero al margen de los puntos -que a estas alturas es lo único que cuenta- está la forma en la que el Sporting viene logrando los triunfos. En Zorrilla lo hizo como un grande: marcó en la primera (casi única) que tuvo, se dedicó a conservar la ventaja, se aprovechó del mal tino del rival, tuvo suerte en los momentos críticos, como la mano de Barba, jugó en un campo en el que había más gente de fuera que de casa (algo así como cuando el Real Madrid visita Cornellà) y los suplentes de las estrellas funcionan. Y si encima los que van por detrás fallan...

Cosas del fútbol, si la victoria de ayer se hubiera producido en otras circunstancias clasificatorias es más que probable que al equipo le hubieran caído bastantes palos por la imagen mostrada en algunas fases del partido, con un fútbol rácano. Pero el Sporting está arriba y lo mejor es que ha logrado aferrarse al liderato llegando desde atrás. Los rivales lo ven, lo sienten y las piernas empiezan a temblar. Aunque lo que toca ahora es hacer caso a Baraja, al que es muy complicado escucharle la palabra ascenso o play-off. El Pipo trata de contener la euforia porque aún queda mucho camino. Está bien ganar como un grande, el problema sería creérselo y tener que volver a hacer cola en la farmacia para comprar pastillitas de la felicidad.

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