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Antonio Rico

Fútbol es fútbol

Antonio Rico

Messi, Van Dijk y los decimales

El único interés del "Balón de Oro", un premio que otorga una revista francesa, es por qué a los futboleros nos sigue interesando tanto el "Balón de Oro". ¿Qué mide ese premio al mejor futbolista del año? ¿Los títulos? ¿El número de goles? ¿El peso real de esos goles? ¿La influencia de un jugador? ¿Su capacidad para ocupar las portadas de los periódicos deportivos? ¿Por qué los delanteros o los centrocampistas "creativos" tienen más probabilidad de ganar un "Balón de Oro" que los defensas centrales o los centrocampistas "destructivos"? ¿En verdad Messi ha sido mejor que Van Dijk? Se cuenta que el filósofo y el orador griego Carnéades, de visita en Roma, deleitó a todos en el Foro con un persuasivo discurso a favor de la justicia y al día siguiente los hizo zozobrar con otro, igual de persuasivo, contra ella.

¿No podría haber hecho lo mismo Carnéades con el "Balón de Oro"? Primero nos deleitaría a todos con un persuasivo discurso a favor de Messi en el que alabaría su capacidad goleadora, su repertorio inacabable de jugadas extraordinarias, su enorme masa gravitatoria en un partido de fútbol y las persistencia de su juego en la memoria del aficionado; al día siguiente, Carnéades nos haría zozobrar con un discurso, igual de persuasivo, en el que demostraría que Van Dijk es mucho más que un defensa casi infranqueable, es el ancla, el dique, el faro y hasta el palo mayor de un Liverpool con una delantera-champán que, como diría Loquillo, necesita un tipo feo, fuerte y formal (aunque Van Dijk es guapo) que mantenga el ritmo. ¿Con qué discurso nos quedamos? ¿A quién elegiríamos para jugar en el equipo de nuestro corazón, a Messi o a Van Dijk? ¿Es mejor sufrir una injusticia que cometerla, como pensaba Sócrates? ¿O la justicia es el interés del más fuerte, como dice Trasímaco en la "República" de Platón? ¿Con qué futbolista y con qué concepción de la justicia nos quedamos después de dos días en el Foro escuchando a Carnéades?

¿Es justo el sexto "Balón de Oro" de Messi? Quizás el principal motivo para que Messi haya ganado su sexto "Balón de Oro" es precisamente que ya había ganado cinco y merecía el sexto al menos tanto como lo podría merecer Van Dijk. ¿Cómo es posible que Messi siga siendo Messi después de tantos años? Cuando el físico inglés Lord Kelvin dijo en 1900 que ya no quedaba nada nuevo por descubrir en física, y todo lo que se podía hacer eran mediciones cada vez más precisas, no pudo ni siquiera imaginar que algunos años después Albert Einstein con su Teoría de la Relatividad y la nueva teoría cuántica derrocarían a la mecánica de Newton. ¿Cuántos Lord Kelvin del fútbol han decretado que después de Messi ya no queda nada nuevo por descubrir en el fútbol, y que todo lo que se podía hacer es sacar decimales a sus actuaciones?

Sin embargo, no solo se ha comprobado que hay física después de aquel Messi que deslumbró al mundo hace unas cuantas temporadas, sino que es el mismo Messi el que ha desbordado los límites de la física transformándose en el Einstein del fútbol y convirtiendo un partido de fútbol es una cuestión cuántica. ¿Qué hacemos, entonces, con este futbolista maravilloso? ¿Le concedemos el "Balón de Oro" hasta que decida retirarse, o empezamos a dar a los decimales el valor y la importancia que se merecen? Es la concesión del sexto "Balón de Oro" a Messi lo que convierte a Messi en el principal candidato para ganar un séptimo "Balón de Oro", a no ser que un Mbappé o un Salah nos encandilen con un discurso en el foro lleno de preciosos decimales.

Carnéades podría dar la vuelta a este argumento y convencernos de que si Messi ha ganado seis "Balones de Oro" es imposible, o extremadamente difícil, que gane un séptimo, así que ha llegado el momento de Van Dijk, de Mbappé, de Salah o de un joven futbolista que, sin ser Einstein, consiga subirse a los hombros de un gigante. Ya veremos. Lo único cierto es que Messi es tan grande que ha conseguido que todos sepamos lo que va a hacer y, sin embargo, nadie puede evitar que lo haga. Y la verdad es la verdad, dígala Agamenón, su porquero o Carnéades en el foro contradiciéndose a sí mismo.

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