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La tijera

Carlos Sainz y esa cita pendiente en Oviedo

Sobre los méritos del piloto para recibir el "Princesa de Asturias" de los Deportes

Su vida ha transcurrido a un ritmo vertiginoso. Precoz, hábil, educado, sereno y siempre rápido. Vinculado al mundo del deporte desde niño, se inició en el esquí, jugó al tenis, a los 16 años se proclamó campeón de España de squash, probó suerte con el atletismo e incluso con el boxeo y el pasado 17 de enero ganó el primer rally Dakar disputado en Arabia Saudí, el tercero en su cuenta particular tras los triunfos en 2010 y 2018.

Cuatro décadas en la élite acumulando un palmarés único en el mundo del automovilismo español. Me refiero a Carlos Sainz Cenamor, el mejor piloto nacional de todos los tiempos, con permiso de su amigo, el ovetense Fernando Alonso. Bicampeón del mundo de rallys en 1990 y 1992, subcampeón en cuatro ocasiones y cinco terceros puestos le valieron para que a nivel internacional se le conozca por el sobrenombre de 'El Matador' aunque en nuestro país, injustamente, siempre tuvo más fama de cenizo que de otra cosa.

Carismático, con una condición física envidiable, de espíritu competitivo, es de esas personas que ejemplifican como nadie que la edad -tiene 57 años- es un estado de ánimo. Dicen quienes le conocen personalmente que coche que toca, coche que convierte en ganador. Plagado de virtudes, se postuló para presidir el Real Madrid pero su butaca debe ir acompañada de un volante. Es ahí donde se siente a gusto y es tal su pasión por el deporte del motor que se la inculcó a su hijo Carlos hasta el punto de que hoy forma parte del gran circo de la Fórmula 1, la competición sobre ruedas más prestigiosa del planeta, siendo cabeza de cartel de la escudería McLaren, una de las más laureadas de todos los tiempos.

De percha elegante, semblante risueño, cabello cuidado y oratoria pausada, podría decirse que Carlos Sainz es todo un gentleman. En 2001 fue condecorado con la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo otorgada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y es de esperar que, después de su última gesta, el jurado del Premio "Princesa de Asturias" de los Deportes 2020 tenga en cuenta su candidatura cuando se reúna en el Hotel de la Reconquista de Oviedo el próximo mes de mayo. Aquí tiene una cita pendiente.

Es probable, salvo que anuncie por sorpresa su retirada definitiva, que el piloto madrileño siga acumulando méritos y dejando una huella imborrable en el recuerdo de todos. Lo hará rápido, como siempre, y dejando esa estela de campeón propia de alguien con clase, saber estar y educación.

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