El final de esta atípica temporada ha llegado. Los buhoneros vendedores de aceite de serpiente a los indios y de hielo a los esquimales siguen aferrándose a la calculadora. Por pedir milagros que no quede. Pero en Fátima y Lourdes ya no atienden ruegos rojiblancos desde aquel épico "gol del Lugo, 'papa'".
Decir que hace tiempo que el Sporting ha cerrado la temporada no es hacer spoiler a la sufrida feligresía rojiblanca, por mucho que las matemáticas dijeran otra cosa y que los números de la era Djukic sean de honor y gloria. Ganar todo y esperar a que los demás sufran un colapso no es consuelo para un proyecto que arrancó ilusionando y que tendrá que reinventarse. Nada nuevo bajo el sol de Mareo. Destruir y volver a construir es a lo que se ha dedicado este Sporting en las últimas temporadas. Y a la espera de que los muchachos de Derribos Arias vuelvan a actuar, uno puede entretenerse estas dos jornadas viendo si en el torneo de barrios hay sorpasso o todo queda como de costumbre.
Que la picadora de carne rojiblanca ya está encendida, no es ningún misterio. Tampoco que haya colas de mercaderes a las puertas de Mareo ofreciendo todo tipo de productos. A JF el móvil le echa humo y no le dan los dedos para contestar a tanto "guasup", Telegram y demás. Lo que de momento sí es un misterio es quién será el sustituto de Djukic, aunque el casting entra en su recta final. ¿Será Ramis? ¿Será Iraola?, ¿Rubén de la Barrera? ¿O alguien frotará la lámpara y saldrán de ella los deseados Muñiz y Abelardo? Luego, o la vez, vaya usted a saber, más misterios a resolver: el precio de tasación de los que se irán este año, el coste de las indemnizaciones que habrá que pagar para hacer sitio a los nuevos y quién saldrá a explicarlo todo ahora que el "chouman" de Salamanca ya no habita entre nosotros. ¿O habrá un "Aló presidente"? Otro misterio a resolver.
