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Alberto Menéndez

Regalos que empequeñecen a un equipo

El Oviedo volvió ayer a las andadas y sus graves errores defensivos acabaron con cualquier posibilidad de lograr algo positivo en el Carlos Tartiere ante el equipo con más dinero de la categoría, el Espanyol. En el primer tiempo los azules mantuvieron el orden al que aspira su entrenador, Cuco Ziganda, y sólo a balón parado se acercaron los catalanes a la portería de Femenías. Y lo hicieron sin apenas peligro, a no ser un remate de cabeza de Wu Lei, que salvó con una gran parada el guardameta oviedista, aunque luego se comprobó que el espanyolista se encontraba en fuera de juego. En la segunda parte todo se fue al traste después de un penalti innecesario de Viti y un fallo inconcebible en un central de la experiencia de Arribas. Afrontar los últimos minutos del encuentro con un 0-2 en contra ante un conjunto de la experiencia del dirigido por Vicente Moreno no hacía prever nada bueno, como desgraciadamente así sucedió finalmente. Cero puntos ayer y dos de nueve en lo que va de competición.

A diferencia de los jugadores carbayones, los barceloneses mostraron una gran solidez defensiva y cuando finalmente, y tras muchas insistencia, los de casa dispararon a puerta se encontraron con las acertadas respuestas de un gran Diego López, que por algo lleva tres encuentros sin recibir ni un solo gol. Esa fue la diferencia entre uno y otro combinado. Es lo que va de un equipo teóricamente grande y otro que, como mucho, se encuentra camino de intentar serlo. Regalos como los de ayer del equipo de Ziganda le empequeñecen y hacen que la afición desconfié de sus posibilidades después de una campaña como la pasada cargada de sinsabores y de muchos temores.

De los malos inicios ligueros es muy difícil recuperarse. Ahí está para demostrarlo lo sucedido hace sólo unos meses. Es cierto que los azules crean en la temporada que acaba de comenzar muchas más oportunidades de gol que en la anterior, pero también lo es que en tres partidos únicamente han logrado marcar un tanto. La sequía es preocupante, pero también es verdad que el club se ha movido en busca de una solución. Habrá que ver si ésta realmente pasa por el nuevo refuerzo, el "9" Blanco Leschuk, cuando pueda ser inscrito definitivamente una vez superados los problemas surgidos en los últimos días con el límite salarial.

En el equipo titular de ayer había nueve jugadores de la pasada campaña, en la que los azules pasaron por muchos apuros para salvar definitivamente la categoría. Nuevos sólo estaban en el inicio el portero Femenías y el centrocampista defensivo Edgar. Parece lógico pensar que el técnico azul irá modificando poco a poco las alineaciones para dar entrada a algunas de las nuevas incorporaciones. Es evidente, ahí están los resultados que lo prueban, que con los miembros de la plantilla utilizados hasta el momento no es suficiente para discurrir cómodamente por la categoría de plata, sobre todo en lo que la efectividad de cara al marco contrario se refiere. En todo caso, hay que conceder tiempo a algunos jugadores de la cantera. Ante el Espanyol hasta seis antiguos integrantes del Vetusta estuvieron en el terreno de juego, con resultados dispares pero sin desentonar ninguno de ellos. Exigirles en exceso no es bueno ni para los futbolistas ni, lo que es más importante, para el equipo.

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