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Eloy Méndez

PASE AL HUECO

Eloy Méndez

Golpe de realidad

El Sporting, con muchos vicios del año pasado

La seriedad defensiva y las ganas que el Sporting demostró en los primeros partidos de competición hicieron creer que David Gallego había logrado plantar un oasis en mitad del desierto. Pero la última semana ha sido suficiente para que la cruda realidad golpee de nuevo en el rostro de las pacientes gentes rojiblancas: no hay palmera, ni charco de agua, sino algo bastante parecido al pedregoso camino del año pasado, que acabará mejor o peor en función del grado de acierto del entrenador, pero que en ningún caso será un plácido y entretenido paseo. Mariño está llamado a ser de nuevo el mejor, el centro del campo se parece al Guadiana (sobre todo, en los tramos donde se mete bajo tierra) y muchos puntos se irán por el desagüe del hartazgo por no tirar a puerta. Para acabar, y aunque todavía es pronto, no parece que ninguno de los dos fichajes esté llamado a corto plazo a marcar la diferencia, una historia que suena familiar. Solo queda la paciencia.

Cuesta creer que el partido de ayer hubiera sido posible con público en las gradas porque el aficionado medio seguramente no habría permitido que el equipo regalase el balón al rival, como un timorato visitante, delante de sus narices. Regresó Nacho Méndez después de un mes ya olvidado y no se notó. Menos mal que Pedro Díaz demuestra de vez en cuando lo que es Mareo, para que Javi Fuego tome nota y lo cuente después. Y, sobre todo, menos mal que atrás sigue habiendo certezas y orden.

La temporada se presenta con altibajos, con un equipo al que seguramente no será muy fácil hacerle gol, pero al que le costará Dios y ayuda marcar. Ahora, pasado el subidón del primer mes, llega la bajamar y todo se ve como lo previsto inicialmente. Quizás sea hasta positivo. El Sporting no es de los peores equipos de la categoría aunque tampoco ha demostrado ser un favorito incuestionable, al margen de la voluble clasificación. Su obligación, como club, es la segunda. Aunque a veces se olvide.

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