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Alberto Menéndez

Convincente y contundente

Por fin, el Oviedo tuvo un final de partido tranquilo. La goleada ante el Castellón fue convincente y contundente, y debería servir (tras el triunfo de la semana anterior en Las Palmas) para que el equipo, de una vez por todas, coja confianza y acepte que tiene mimbres para luchar por los puestos altos de la tabla y no como hasta ahora para intentar no caer en la zona de peligro de la clasificación. El conjunto de Ziganda ha mostrado en los últimos 180 minutos de competición que está capacitado para trenzar combinaciones peligrosas ante el área contraria y, además, que también puede tener gol. Marcar cuatro tantos en la complicada Segunda División no es tarea fácil. Ayer lo hizo y aún pudo lograr más.

Ciertamente el Oviedo se encontró en los últimos encuentros con dos equipos, Las Palmas y Castellón, que permiten jugar al contrario, que dejan espacios. Esas son las situaciones en las que mejor se desenvuelven los oviedistas. Más complicadas se les ponen las cosas ante rivales que se encierran en su área, que basan su estrategia en la defensa y en el contraataque con garantías, es decir, sin riesgos inútiles. En resumen, equipos prácticos como el Cádiz de la pasada temporada.

A eso, a no cometer errores en la retaguardia y a ser un equipo vertical y rápido en la zona de ataque, es por lo que apuesta el técnico de los azules. Si hasta ahora no lo había conseguido prácticamente en ningún momento hasta la victoria en Las Palmas, seguramente fue por la inseguridad, la desconfianza de los componentes de la plantilla y del propio entrenador derivada de los resultados adversos. Con la mala racha parece que se ha acabado, por lo que cabe esperar que el equipo se mantenga en la senda actual, en la de la regularidad y la tranquilidad para abordar con solvencia los próximos compromisos, convencidos de que en la igualada división de plata del fútbol español cuentan con un plus para la victoria aquellos conjuntos que más creen en sus posibilidades.

Ziganda ha tardado pero ha encontrado su equipo base, sobre todo en donde más falta le hacía, del centro del campo hacia adelante. La llegada de Leschuk ha ayudado a montar en torno a él y su experiencia un trío de atacantes con gran movilidad, Sangalli, Borja y Nahuel, que logran crear peligro con facilidad, ayudados por dos centrocampistas, Edgar y Tejera, que no solo destruyen, sino que se suman con facilidad y efectividad al ataque, como demostró ayer el primero de ellos con dos goles y un tiro al poste.

De nuevo la defensa azul estuvo seria y cerró bastante bien los huecos. Los castellonenses apenas inquietaron a Femenías. Solo tiraron con peligro entre los tres palos en una ocasión. El portero azul respondió, como ya va siendo habitual, con una muy buena parada, llena de reflejos.

El ritmo que impone Ziganda a sus jugadores es muy intenso, por lo que va a ser necesario oxigenar las alineaciones. Por eso habrá que ver cómo responden los no habituales, como ayer sucedió con el canterano Javi Mier, que supo aprovechar muy bien su oportunidad en la parte final del partido con una ocasión de gol y una asistencia a Edgar para que marcara.

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