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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

Javi Fuego y el “galleguismo”

Tres partidos sin ganar. Poco gol. Atasco en las alturas de equipos con más fondo de armario y chequera mejor alimentada. Y aun así, son pocos a los que no alegra la pestaña la idea que proponen Gallego y sus muchachos: esconder sus defectos poniendo por delante sus virtudes. Son días en los que el seguidor rojiblanco se mueve por este episodio de “Futurama” en el que se ha convertido el mundo con una sonrisa bajo la mascarilla que significa muchas cosas. Una, que ha abrazado el “galleguismo” como filosofía vital: ir día a día y disfrutar del momento. No hay más allá. Vamos, lo que todos deberían haber aprendido de esta pandemia aplicado al fútbol. Otra cosa que refleja esa sonrisa es que el sentimiento de pertenencia, el compartir ADN, sí que genera adeptos. No hace falta fichar por docenas. Tal es la felicidad que hasta se valora la figura de Javi Fuego, hasta el otro día acusado de cornear a Manolete y de disparar a JFK. Más de quinientos partidos después, los hay que han descubierto que el poleso sabe de esto. Como buen hombre de club, destaca cuando el equipo está bien y cojea cuando, como el curso pasado, el grupo no da para más. Ahora se ha soltado y hasta se le ve mejor físicamente. Quiere disfrutar en su casa de lo que le queda de fútbol. Sabe que el final se acerca. Por eso, como el sportinguismo, el capitán sin brazalete ha decidido abrazar el “galleguismo” como forma de vida. Ya se verá lo que ocurre ante el Sabadell y todo lo que está por venir. Pero, por ahora, relájense y disfruten.

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