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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

La opinión del día sobre el Sporting: Regresos y sensaciones

Aunque el viaje a Barcelona no es el más propicio para que el Sporting rompa su irregular dinámica de resultados, a los de Gallego les toca dar un campanazo

David Gallego, en la banda de El Molinón, da instrucciones a sus jugadores en el partido ante el Albacete

Gallego vuelve a casa. El técnico del Sporting regresa (de visita) a la Barcelona “espanyolista”, que no españolista, con su equipo en una fase de esas que los reinventores del idioma genuflexos han bautizado de buenas sensaciones. Ahora, y puestos a ejercer la actividad de moda en la nueva realidad, es pecado mortal ser resultadista, está prohibido. Lo que vale son las sensaciones.

Y sí, las del Sporting son buenas, pero los rojiblancos llevan una victoria en seis partidos. La energía que transmiten los chavales da ánimos para seguir creyendo, pero hay señales que indican que al Sporting le hace falta llegar lo antes posible al parón navideño para irse a un spa a oxigenar cuerpo y alma. El agotamiento por la acumulación de partidos empieza a pasar factura a todos los equipos, con bajas de todo pelaje que obligan a colocar peones de alfiles ante la escasez de efectivos. Esto no es algo que parezca que vaya afectar al Espanyol, no hace mucho candidato a regresar a Primera sin bajar del autobús.

Aunque el viaje a Barcelona no es el más propicio para que el Sporting rompa la irregular dinámica de resultados en la que se encuentra, a los de Gallego les toca dar un campanazo. Tienen que revalorizar la apuesta que el sportinguismo ha hecho a ciegas por este proyecto, que ha reconciliado a los rojiblancos con los suyos después de los últimos fracasos. Con algo de pan en forma de puntos, las buenas sensaciones saben mejor. Y si es en el regreso a casa del hijo pródigo, todos contentos.

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