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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

La opinión del día sobre el Sporting: Una Copa para pasar el rato

Lo que ahora preocupa a los rojiblancos es saber cómo están las relaciones entre los jugadores de la liada y el resto del vestuario

Jugadores del Sporting, durante un entrenamiento en Mareo

La zona abuhardillada de Mareo espera a un perito experto en siniestros para hacer balance de los daños que ha dejado la crisis del covid. La bunkerización de algunos protagonistas se mantiene. Ya se verá si a la larga es una buena solución para los intereses de cada implicado o no es más que un ejercicio de procrastinación que acabará mal. A la entidad la omertá le ha salido cara. La experiencia de los últimos días muestra que taparse sirve de poco: mejor escribir el relato que dejar que lo escriban otros. Pero ellos sabrán.

Si se es mayor de edad para ver una película donde todos se aman pero al final no hay boda, se debe tener personalidad para pagar el estropicio. Dinero hay. Lo que ahora preocupa es saber cómo están las relaciones entre los jugadores de la liada y el resto del vestuario. El mensaje que se transmite es el de que la unidad del grupo será la mejor terapia. Pero tras un siniestro de esta gravedad es complicado que, por muy bueno que sea el mecánico, no quede alguna pieza que chirríe. El tiempo dirá.

Para evitar que la resaca no sea muy gorda nada mejor que centrarse en la pelota. Toca la Copa. Aunque el partido ante el Amorebieta tampoco es que ponga mucho a la parroquia, de bajón tras tantos días con la adrenalina brotando por las orejas. Pero con algo hay que pasar el rato mientras se despeja el horizonte y se cruzan los dedos para que la avería en lo institucional no gripe lo deportivo.

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