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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

La opinión del día sobre el Sporting: El regreso de la vida inteligente

La vuelta del público a El Molinón mediante una sistema basado en premiar la fidelidad

La plantilla del Sporting durante un entrenamiento en Mareo

Casi un año después de aquella goleada rojiblanca a Las Palmas, habrá vida inteligente en la grada de El Molinón. Trescientos socios elegidos mediante un sistema basado en premiar la fidelidad, sobre todo la de pagar el abono y no reclamar, y entre los que aparece el pater Fueyo como si de un milagro bíblico se tratase, harán historia. Sí, trescientos para un campo de casi treinta mil es una muestra raquítica.

Pero es lo que hay. Las autoridades no permiten más y no están los tiempos ni en la región ni en el club como para tener un “evento Sporting II” vinculado al partido ante el Betis. La vuelta de público a los estadios, aunque sea de manera testimonial y solo en la Copa, no es otra cosa que un canto a la esperanza y un campo de pruebas para Tebas y sus amigos, deseosos y necesitados del regreso de la afición a la tribuna, a las tiendas oficiales, a los museos, al “visite nuestro bar”...

Tebas y sus amigos andan deseosos y necesitados del regreso de la afición a la tribuna, a las tiendas oficiales, a los museos, al “visite nuestro bar”...

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Son curiosas las enseñanzas que está dejando la pandemia: los gerifaltes del balompié patrio ya no consideran que el público, el abonado, sea un número despreciable en la cuenta de resultados frente a la pasta de las televisiones. Clavadito, clavadito a lo de Santa Bárbara y los truenos. Pero que nadie se venga arriba: si algún día regresa la normalidad, pasará como con el Sporting y la apuesta por la cantera. Porque la burra siempre vuelve al trigo y ya no engaña a casi nadie. Pero hoy, más que nunca, la Mareona, aunque sea mini, al poder.

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