Gallego ve futuro a lo que tiene entre manos. Incluso pone como modelo a seguir a la Real Sociedad. Casi nada. Desde su secretaría técnica salió con rumbo a Gijón Javi Rico, ahora feliz padre de la criatura que vive instalada desde el primer día en puestos de play-off. Aunque si alguien reclama una prueba de paternidad, igual el ADN da una sorpresa, que hay un salmantino de apellido Torrecilla que ha echado cuentas. Dice que, por lo menos, 17 u 18 de los que hoy conforman la plantilla rojiblanca formaron parte de su proyecto.
Cierto es. Tanto como que suyo fue el fichaje de Djuka, el yerno al que desean de Pumarín a La Guía. Pero la historia, por muy reciente que sea, no gana partidos. Como mucho, indigna a aquellos que creen mancillada la estatua de Preciado. El que ha obrado el milagro es Gallego, que por un día se salió del camino trazado a escuadra y cartabón, aunque solo un poquito, y habló de la vida que hay más allá del partido ante el Málaga.
¿Renovación a la vista? Todo se andará, pero el otro Javier, Fernández, seguro que en esto sí que prefiere el partido a partido, que al entrenador aún le queda de contrato lo que resta de año y el siguiente
El catalán entiende que si la cosa no se desmadra y se mantiene el bloque se podrán hacer cosas. Queda por ver si grandes, pequeñas o medianas, pero cosas al fin y al cabo. En resumen, hay proyecto. Y Gallego lo verbaliza en la semana en la que Rico puso, por ejemplo, precio al “23” de los 15 goles y manifestó estar encantado con su entrenador. ¿Renovación a la vista? Todo se andará, pero el otro Javier, Fernández, seguro que en esto sí que prefiere el partido a partido, que al entrenador aún le queda de contrato lo que resta de año y el siguiente. Proyectos sí, pero sin abusar.
