Rescatamos hoy dos momentos breves, si acaso, pero brillantísimos de la historia del Real Oviedo. La mayoría de los aficionados del Real Oviedo conocen su historial de grandes alegrías y de profundas tristezas. Entre las primeras hay unanimidad en citar los ascensos de categoría o las brillantes campañas en Primera División de 1934/1935, 1935/1936 y 1962/1963, con terceros puestos que extrapolados a la actualidad nos darían acceso a la Liga de Campeones. Sin olvidarnos de competir en Europa ante el Génova en los pasados años noventa. En el capítulo de frustraciones, contando con los numerosos descensos hay cierta unanimidad en atribuir el mayor disgusto de todos los tiempos al partido de promoción con el Murcia en Madrid en julio de 1950 que supuso el descenso del equipo a Segunda División.
Pero, al margen de las citadas campañas, hay dos momentos estelares, efímeros, no comparables a las campañas citadas pero que propiciaron por un tiempo limitado el orgullo de ser los mejores de España.
En primer lugar nos vamos a referir al esplendoroso comienzo de la campaña de 1944/1945. En el primer partido, el 24 de setiembre, debutamos en Buenavista ante el Real Madrid, al que se le ganó por 4-0. Una semana más tarde, el 1 de octubre, el Oviedo viaja nada menos que a Barcelona para enfrentarse al Barça, al que se vence por cero a uno. Por último, para cerrar aquel brillante ciclo inicial ante rivales de la envergadura del Madrid y Barcelona, el 8 de octubre, en Buenavista, se gana por 1-0 al Español. Un equipo éste de muchos quilates en la década de los cuarenta. El Oviedo llegaba a lo más alto de la clasificación con seis goles a favor y cero en contra. Lo más sorprendente de esta racha es que se truncó con una derrota escandalosa en Granada por 5-1. Al final de temporada el equipo azul se clasificaría en cuarta posición.
Otra campaña inolvidable para el aficionado del Oviedo fue la 1945/1946. Se empezó la liga con titubeos y alternancia de derrotas y victorias, para ir “in crescendo” estas últimas al finalizar el año, de tal forma que el 13 de enero de 1946, después de quince jornadas, a más de la mitad del campeonato, el Oviedo encabezaba la clasificación tras ganar al Alcoyano por 3-2.
La semana siguiente el Oviedo se desplazó a Madrid a jugar con el Atlético el 20 de enero, empatando a un gol, continuando en lo más alto de la clasificación. “El Oviedo es el mejor equipo de España”, titulaba la prensa de aquellos días.
El domingo siguiente, 27 de enero, se pierde en Buenavista ante el Bilbao, el “coco” de aquella época, y va a ceder el liderato el Oviedo al propio Bilbao, que empataba con el Barcelona para el primer puesto. A continuación seguía el Madrid y en cuarto lugar se situaba el Oviedo.
Al final de temporada, el equipo se clasificaría en quinto lugar. El mérito del liderato del Oviedo en enero de 1946 tiene el valor de alcanzarlo muy avanzada la temporada.
Dos meses para la historia del Real Oviedo: octubre de 1944 y enero de 1946, dos fechas que estuvimos en lo más alto del fútbol español.
