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Pablo Antuña

La opinión sobre el Sporting-Oviedo: Retrovisores y “sorpassos”

¿Salva un derbi la temporada? Desde el reencuentro solo el Sporting logró meterse una vez en el play-off. Y el color de los derbis fue azul. Ya fuera por motivación, intensidad o juego, el Oviedo casi siempre tuvo una marcha más que los rojiblancos en los duelos regionales. Tres lustros alejados del eterno rival era el estímulo perfecto. Hasta el punto de que esa piquilla se exprimía en cualquier detalle: calcular semanas antes del derbi a cuántos puntos por el retrovisor se veía al rival, o si al final de temporada se producía un “sorpasso” en la clasificación tras casi dos décadas. Ni pelear por subir sin conseguirlo en la promoción, ni la supremacía regional, deberían ser un consuelo. La victoria del Mirandés impide que el Oviedo opte a ser el primero en asaltar El Molinón este curso. En la quinta jornada los azules fueron los primeros en marcarle y ganarle a los rojiblancos. Y aunque le arrebataron a los de Gallego un liderato que ya no volvió, el Sporting ha estado toda la temporada entre los seis primeros. Y sueña con dejar huella, con otra generación de guajes de Mareo al rescate, como lo hizo el equipo del Pitu que subió tras ceder solo dos derrotas. El sportinguismo anhela ganar un derbi, necesita disfrutar de esa euforia de imponerse al eterno rival tras varios tortazos en el último lustro. Pero que ni los retrovisores ni “sorpassos” impidan ver el bosque, en el que las preocupaciones deben pasar por un último empujón para lograr el objetivo final que dará sentido a la temporada. Y que Mariño recupere su solvencia, Pedro Díaz lleve con firmeza la batuta, Manu García aporte su punto diferencial y Djuka mantenga su racha será lo que ayude a conseguirlo.

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