A punto de enfilar la semana de precalentamiento de la Eurocopa, la de las mil y una sedes, en el Principado los dos principales protagonistas del Celtiberia show a la manera astur siguen a lo suyo. En el Oviedo, la búsqueda del nuevo director deportivo prosigue en marcha en una epopeya similar a la del viaje de los protagonistas de “El señor de los anillos”. No hay fecha, ni nombres, ni caras.
Bueno, sí los hay. Y muchos, pero el pulgar sigue hacia abajo. Aunque nunca se sabe, que en una de estas don Federico pone el bólido a doscientos por hora y todo se arregla en una tarde. O no. El problema es que las tres patas sobre las que se sustenta ahora mismo el poder en el Oviedo no acaban de llegar a un acuerdo sobre el nuevo DD. Así que hasta el feliz alumbramiento las cosas del comer deportivo se quedan en manos de los que se supone expertos en otras cosas del querer, con todo lo que ello conlleva.
Las tres patas sobre las que se sustenta el poder en el Oviedo no acaban de llegar a un acuerdo sobre el nuevo DD. Así que hasta el feliz alumbramiento las cosas del comer deportivo se quedan en manos de los expertos en otras cosas del querer
Y mientras, a 28 kilómetros, continúan las salidas. De momento solo han hecho el petate los previstos. Ya llegarán los días en los que los subasteros salten a escena. Hasta se han visto despedidas a lo grande, como la que el Sporting diseñó brillantemente –cuando es, es– para desear otra vida feliz a Carmona. En ella se dejó ver hasta el presidente, quizá para asegurarse de cerrar bien la puerta una vez metido en el taxi el invitado estrella del convite. Ahora toca buscar nuevos líderes, tal y como aseguran desde la dirección deportiva. Ya saben, unos vienen, otros van, y la vida sigue igual, que cantaba Julito Iglesias. ¡¡Yeahhh!!
