Demostrado que si alguien podía reventar la fiesta a los propietarios de Wembley esos eran los italianos, y demostrado (otra vez) que la cerveza y el carácter inglés nunca mezclarán bien, aunque los vecinos del Sur tampoco lo hicieron mal, el verano avanza hacia los Juegos que ya se avecinan. Asturias acude a Tokio con una delegación corta, pero con muchas posibilidades de cosechar metal. María López, Pablo Carreño y Raúl Entrerríos serán los representantes de la madreña mecánica una vez que Iván García Cortina se ha quedado fuera.
Mientras, aquí, en casa, el Oviedo sigue a tope con la “operación Retorno”. La vuelta de David Costas ya es una realidad. Los azules fueron los mejores postores y se llevaron al central céltico a pesar de que había más equipos rondando. Avanzan las semanas y el Cuco sigue trabajando con los del primer día, con un equipo que nada se parecerá al que se supone que arrancará la Liga. En Gijón ocurre algo parecido, aunque los que son gobernados por los Fernández-Rico necesitan menos refuerzos que el enemigo íntimo.
Asturias acude a Tokio con una delegación corta, pero con muchas posibilidades de cosechar metal. María López, Pablo Carreño y Raúl Entrerríos serán los representantes de la madreña mecánica una vez que Iván García Cortina se ha quedado fuera.
Es el mercado el que manda sobre todas las cosas: preparación, planes técnicos y demás cuestiones se quedan en un segundo plano cuando entra en juego el movimiento de fichas y el intercambio de cromos. En el Sporting el primer objetivo es vender y controlar que no se desmadre la quinta ola del covid en Mareo, donde empiezan a estar preocupados. Nada que no esté ocurriendo en muchos clubes de la categoría. Pero ya se sabe, mal de muchos... olona que se los lleva a todos.
