Los nacidos ya avanzada la década del 2000 piden paso. Ahí está Adriana Cerezo, madrileña de 17 años, que pasará a la historia del olimpismo español por haber sido la primera en asegurar una medalla para la representación patria en Tokio. Honor y gloria para la generación Z, ahora declarada culpable de la nueva olona del covid. No todo iba a ser malo para los chiquillos.
Por lo demás, todo en orden. Craviotto, nuestro gijonés nacido en Lleida, compartió bandera con Mireia Belmonte para inaugurar de manera oficial los Juegos Olímpicos del silencio. Asturias contará con cuatro representantes en primera fila. Y, curiosamente, de los cuatro se espera medalla. Habrá que consolarse con lo “de pocos, pero de calidad”. Será eso.
Mientras, aquí, en casa, el Oviedo y el Sporting siguen dando forma a lo suyo. El Oviedo da salida de nuevo a Riki, del que cuentan que el club está prendado, dirección deportiva incluida, pero que no acaba de convencer al Cuco. El entrenador azul es de la escuela de Clemente, que prefería a los jugadores de pie duro antes que a los de pie fino.
El Oviedo da salida de nuevo a Riki, del que cuentan que el club está prendado, dirección deportiva incluida, pero que no acaba de convencer al Cuco, que es de la escuela de Clemente, que prefería a los jugadores de pie duro antes que a los de pie fino
¿Y a 28 kilómetros? Pues en Gijón andan, como todos, haciendo cuentas y rebuscando por los cajones toda la calderilla que puedan encontrar para seguir reforzando una plantilla que no podrá ser rematada con fichajes de fuegos artificiales si antes no se vende a Djuka. El que ha abandonado definitivamente la rueda es Javi Fuego. Como se preveía, el poleso ha hecho oficial su adiós al balón. Hay que hacer sitio a los que vienen detrás. Lo que todavía no está claro es si vienen empujando fuerte o de aquella manera.