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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

La opinión del día sobre Messi, el Sporting y el Oviedo: Messi, ese agujero negro

Los números de Messi con el F.C. Barcelona. ZETA MEDIA LAB

Los que seguían aferrados a que lo del adiós del Barça a Messi era una medida de presión para que Tebas tragara con un contrato de millonario que viaja a la luna en tiempos de estar friendo los huevos con saliva, se habrán despertado del sueño húmedo tras escuchar a Laporta. El presidente culé que ganó unas elecciones prometiendo el fichaje de Beckham y otras anunciando que iba arreglar la renovación de Messi con un asado argentino (la democracia es “asín”) fue tajante: o el “10” o el futuro de la entidad. Así de claro. Tanto como el agujero (negro) que hay en las cuentas azulgranas.

Llegados a este punto, y ya con Messi en los libros de historia, habría que hacerse varias preguntas. ¿Es viable una empresa que se funde el 95 por ciento de sus ingresos solo en los sueldos de la plantilla? ¿Tiene futuro una sociedad que factura unos mil millones al año pero que pierde 487? Parece complicado. Pero esto es para los ingenuos que se mueven en el mundo real. En el planeta “fúrgol” todo esto y más es posible.

Luego está eso de que el control económico-financiero de LaLiga de Tebas funciona. Sin ir más lejos tenemos de ejemplo el caso de este Barcelona sin Messi, que ahí fuera estaría ya en causa de disolución con y sin covid. ¿Cómo se le ha permitido llegar hasta aquí? ¿O es que ese control de LaLiga se estira y se encoge como un chicle a conveniencia del señor? ¿Se le aplica ahora al Barça en venganza por la Superliga?

La guerra que abrió la Superliga sigue latente y dejando cadáveres por el camino. El último el de Messi, al que han convertido en un agujero negro que se lo ha tragado todo: al Barça, a LaLiga, a los Juegos... Y Bartomeu, de vacaciones

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Y de remate está lo del plan de rescate de Tebas a través de ese fondo de inversión, que ha sido rechazado por Madrid y Barça, y del que otros equipos empiezan a recelar. Por ejemplo, al Oviedo no le convence el reparto. Por otra parte, lo esperado tras saber lo que se va a llevar el vecino. La guerra que abrió la Superliga sigue latente y dejando cadáveres por el camino. El último el de Messi, al que han convertido en un agujero negro que se lo ha tragado todo: al Barça, a LaLiga, a los Juegos... Y Bartomeu, de vacaciones.

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