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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

La opinión del día sobre el Oviedo y el Sporting: Vallina, Tebas y la “Libertad” de Delacroix

El rechazo del Oviedo al plan de rescate de Tebas, los socios que los azules han elegido para su revuelta y sus efectos secundarios

Javier Tebas Efe

El Oviedo, representado por Jorge Menéndez Vallina, se ha convertido en la figura de la semana entre los del clan anti Tebas. Sin necesidad de enseñar los pechos como la protagonista de “La libertad guiando al pueblo”, el cuadro de Delacroix, el voto en contra del presidente azul de vender el alma del fútbol español al diablo en forma de fondo de inversión ha llamado la atención de todo el planeta “fúrgol”.

Sobre todo, porque el Oviedo ha elevado a la máxima potencia eso de que “no dejes que los del piso de arriba sepan lo que ocurre en el de abajo”. Con una mano el Oviedo rechaza entregar armas y pertrechos a CVC en un negocio que no está nada claro y del que no se sabe cuál serán sus efectos secundarios a largo plazo. Hasta aquí, sombrerazo.

Luego llega la parte en la que los azules extienden la mano para coger los billetes que repartirán los amigos de Tebas vaya usted a saber a cambio de qué. ¿Hay que protestar y también seguir comiendo? Vale, perfecto. El problema es que para hacerlo, Vallina no guía hacia la revolución a burgueses cabreados contra los Borbones, como sucede con la Libertad en el cuadro de Delacroix, sino a compañeros poco recomendables.

Ir a la guerra de la mano del Barça y el Real Madrid, además de con la parte bilbaína del contubernio vasco-navarro, no parece para nada recomendable teniendo en cuenta que apoyar a los grandes es respaldar al secesionismo de la Superliga. ¿Que alguna vez hay que plantarse? Sí. ¿Que hacerlo puede tener consecuencias ahora que Tebas se ha blindado todavía más? Pues también.

Ir a la guerra de la mano del Barça y el Real Madrid, además de con la parte bilbaína del contubernio vasco-navarro, no parece para nada recomendable teniendo en cuenta que apoyar a los grandes es respaldar al secesionismo de la Superliga

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Nada es gratis, ni el abrazo del oso de CVC ni saltar una trinchera flaqueado por gente cuya guerra nada tiene que ver con la tuya. Y ojo que no vaya a ser que todo esto haya sido porque al vecino, entregado al bando contrario, le ha ido mejor en el reparto. Entonces el problema sería más grave que el de que los del piso de arriba no sepan lo que ocurre en el de abajo.

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