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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

La opinión sobre la polémica del Oviedo-Sporting: Villarriba y Villabajo

Otra vez pelea entre los de Villarriba y los de Villabajo; raya pintada en el suelo y de aquí no pasas, maño, el resultado del lío de las entradas del derbi

Javier Fernández bromea con un niño de la cantera del Sporting Marcos León

Pues nada, es lo que hay. Otra vez pelea entre los de Villarriba y los de Villabajo. Raya pintada en el suelo y de aquí no pasas, maño. Yo me quedo con la playa y tú con las vistas del centollo desde el Naranco. La Milla del Conocimiento cae de mi lado y las ventanillas protegidas por los funcionarios del barbonismo, del tuyo.

El derbi de la gente, el de la ilusión después de que poco a poco el covid se esté convirtiendo en un grueso capítulo en los libros de historia, será el del gatillazo.

El Sporting no entiende que toda su gente sea tratada como ultras peligrosos. Tampoco que el Oviedo tenga como portavoz a un beligerante aficionado que lanza advertencias delante de la Policía y auditorios asustadizos sobre el estallido de una guerra civil si por la capital se ven bufandas y camisetas rojiblancas despistadas. Así que ni Mareona en Oviedo, ni cánticos azules de orgullo, valor y garra en El Molinón.

El Sporting no entiende que toda su gente sea tratada como ultras peligrosos. Tampoco que el Oviedo tenga como portavoz a un beligerante aficionado que lanza advertencias delante de la Policía y auditorios asustadizos sobre el estallido de una guerra civil

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O todos vigilados y en convoy, o ninguno, defiende la Delegación del Gobierno con el visto bueno carbayón. En este plan solo querrán viajar los más fogosos, los más jóvenes, por lo que nada de ambiente familiar y agradable. “Nos estamos cargando esto”, se quejan.

Los hay que añoran los desplazamientos en trenes de ganado con viajeros sufriendo por sus vejigas a punto de estallar por la falta de baños tras un duro calentamiento previo a base de calimocho y metros de cerveza en el Chiribí, Casa Aurora o el Limón.

Eran otros tiempos en los que nuestra piel no era tan fina y no había redes a través de las que retransmitir ciertas salvajadas en directo. Los tiempos ya ni son nuevos, ni salvajes. Así que cada uno en su lado de la raya. ¡Vivan las burbujas!

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