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Alberto Menéndez

Un momento de la verdad

El Oviedo ya se encuentra en la zona de la clasificación que da opción a poder luchar por el sueño del ascenso. Por fin, después de muchos meses de zozobra y de mirar hacia los puestos de debajo de la tabla los carbayones ven ahora hacia la parte de arriba. Lograr siete de los nueve últimos puntos en juego les ha llevado a colocarse entre los equipos con aspiraciones de batallar por subir a Primera. Y lo ha hecho después de ganar dos partidos consecutivos en el Carlos Tartiere, algo novedoso en la presente temporada. Pero es que si los azules aspiran realmente a estar en la zona de privilegio de Segunda deberán hacerse fuertes en su feudo. Para consolidarse como club con aspiraciones deben continuar sumando de tres en tres puntos en casa, de uno en uno no es suficiente.

El equipo de Ziganda se ha aprovechado de la teórica debilidad de sus últimos rivales: Amorebieta, Mirandés y Alcorcón, los tres luchando por salvar la categoría. Pero no se deben minusvalorar los dos triunfos y un empate de los oviedistas ante estos equipos. Por ejemplo, los vascos ganaron ayer al Málaga en tierras andaluzas y los burgaleses tuvieron la semana pasada contra las cuerdas a los asturianos, que se dieron por satisfechos con el 1-1. En Segunda, cualquier equipo puede dar la sorpresa y nadie está libre de enlazar una mala racha de resultados. Como botón de muestra ahí está el ejemplo del Sporting, que del liderazgo de la categoría pasó a puestos irrelevantes, con la desconfianza que eso lleva consigo.

Para el Oviedo llega ahora un momento de la verdad (no tiene porqué ser el único a lo largo de la temporada), el de dar el paso al frente e incorporarse a la zona Vip de la Liga o, por el contrario, mantenerse con los segundones que sólo aspiran a no pasar apuros al final de la competición. El siguiente partido, en Valladolid, puede ser una buena piedra de toque para saber si los azules están en disposición o no de codearse con los presuntos candidatos al ascenso. Los oviedistas llegan a Zorrilla con las buenas sensaciones transmitidas en la segunda parte de ayer. Tras un primer tiempo tedioso (aunque los de casa tuvieron alguna ocasión para adelantarse en el marcador), la situación cambio notablemente tras el descanso gracias a la tranquilidad que les dio a los de Ziganda el gol marcado en el primer minuto de la reanudación. Fue un muy buen contrataque iniciado por Viti, que enlazó con Borja Sánchez, quien dio un preciso pase a Brugman, que desde el centro del área remató magistralmente de cabeza.

A partir de ahí el Oviedo se hizo dueño absoluto del juego, con un excelente Brugman, que en el minuto 64 dio una excelente asistencia a Borja Bastón, quien con un sutil toque de cabeza arrojó el balón en las redes de la portería de Dani Jiménez. Pero los carbayones, a diferencia de algunos encuentros anteriores en el Tartiere, no dieron un paso atrás y buscaron el tercer gol. Y lo consiguió también Bastón, en un buen remate del máximo goleador azul.

El Oviedo había cumplido con lo que esperaba de él la afición, cuya alegría final no fue total por el grave error cometido ya casi en el tiempo de descuento por el portero azul, Femenías, quien con una salida en falso facilitó el tanto del honor del Alcorcón. El guardameta balear tiene ahí, en los balones por alto que le obligan a abandonar el marco, su asignatura pendiente.

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