Tic, toc, tic, toc. El reloj que se tragó el cocodrilo que dejó sin mano al capitán Hook de Peter Pan suena cada vez más alto para Gallego. El Huesca llega, no se sabe si en avión o por carretera, en lo que puede ser el último servicio a la causa rojiblanca (o no) del técnico de Suria. Si cae, los habrá que brinden solo por el mero hecho de tener razón. Es la forma de ser del sapiens sapiens.
Siempre cuenta Víctor Hugo Morales, relator del histórico gol de Maradona a Inglaterra, que celebró la jugada de todos los tiempos del “10” de aquella manera, entre otras cosas, porque le daba la razón, ya que el periodista uruguayo había apostado que Argentina iba a llegar muy lejos en aquel Mundial.
Si finalmente se consuma el despido de Gallego, la nueva meta será enero. El futuro se fiará al mercado invernal a la espera de arreglar una situación que parecía de felicidad eterna hace unos meses. La película recuerda, salvando las distancias, que son de casi 1.000 millones de euros, a la del Barça. Los culés que se dejaron hipnotizar por el "efecto Xavi" se han dado cuenta ahora de que Koeman tenía razón: esto es lo que hay.
El futuro se fiará al mercado invernal a la espera de arreglar una situación que parecía de felicidad eterna hace unos meses. La película recuerda a la del Barça. Los culés se han dado cuenta ahora de que Koeman tenía razón: esto es lo que hay.
Y ahora la solución, el futuro, es llegar a enero, limpiar el vestuario y traer mimbres nuevos. Pero llegará el nuevo año y seguirán los mismos que desde hace varios veranos el Barça se quiere cargar sin suerte: ni hay dinero para los finiquitos ni para fichar a grandes estrellas. Así que si el futuro es enero, negro futuro.
