Y así son las dinámicas, queridos amiguitos. Durante un día, una semana, tres meses… el cielo está a punto de desplomarse sobre las cabezas de los muchachos y de pronto, sale el sol. Pero el que tiene suele retener. Ahí está el Sporting, que se las prometía muy felices en La Rosaleda, donde los centros se convirtieron en golazos y Djuka sumó y siguió, esta vez de penalti.
Pero al final, lo de siempre: punto y gracias, que en un arreón final de los guapos, el Málaga de JA estuvo a punto de dejar al Sporting con cara de novio abandonado ante el altar. Un punto menos para los 50. El que no se consuela es porque no quiere.
Por lo demás, en Oviedo se espera al Eibar con ganas de revancha por la historia en común que comparten ambos equipos. Los del Cuco quieren demostrar que son merecedores de entrar por la puerta grande en el club de los candidatos al play-off y no quedarse en el grupo de los eternos aspirantes a estrella que no son capaces de pasar el corte del primer casting.
Mientras, y no se sabe a cuántos kilómetros, debutó Arribas con el mexicano equipo de Juárez, nombre vinculado a mil y una historias macabras y leyendas negras. Ya saben… El central se estrenó en el equipo cuyos destinos deportivos están en manos de Joaquín del Olmo, un viejo conocido de la afición azul, y dejó algunas perlas sobre su salida de la entidad. Nunca truena a gusto de todo el mundo y toda historia tiene, como mínimo, dos versiones.
Los del Cuco quieren demostrar que son merecedores de entrar por la puerta grande en el club de los candidatos al play-off y no quedarse en el grupo de los eternos aspirantes a estrella que no son capaces de pasar el corte del primer casting
Por lo demás, Arribas ya es historia y los azules quieren empezar a forjar la suya en este 2022 con una victoria de esas que los “fisnolis” llaman de prestigio ante un Eibar al que no hace tanto se le miraba por encima del hombro y que ahora paga los cafés con la Visa Centurión.
