El destino de los dineros que los clubes van a recibir del fondo CVC negociado por Tebas y asociados para salvar al “fúrgol” de la ruina covídica va asomando la patita. Por ejemplo, en Oviedo se medita si rehabilitar la ciudad deportiva o levantar una nueva. En Gijón, los ojos están puestos en El Molinón, al margen del lifting que se pueda hacer en Mareo. El plan es poner en marcha la mejora 2.0 de los locales comerciales del campo rojiblanco.
Lejos, muy lejos, quedan las reticencias que en su momento generó la idea de poner a producir (pasta) a los bajos del estadio. El tiempo ha dado la razón a los que defendían que el asunto iba a dar vida a la zona.
Ahora, más de una década después, se quiere completar el proyecto con una zona de restauración que tenga vistas al campo al modo del Bernabéu. Ya saben, cenita con velas y gin tonic premium viendo un partido, mejor un Sporting-Madrid que un Sporting-Amorebieta. Pero esto es lo que hay, amiguitos.
Aunque habrá que esperar a ver qué pasa con el parné llegado del más allá. El asunto ha sido judicializado por Madrid y Barça, los supervivientes de la Superliga, ¿se acuerdan? Florentino le cuenta a todo el que le quiera escuchar que la transferencia tardará en llegar porque los jueces están de su parte y alguno dictaminará medidas cautelares que envíen al congelador la operación. Veremos.
Florentino le cuenta a todo el que le quiera escuchar que la transferencia tardará en llegar porque los jueces están de su parte y alguno dictaminará medidas cautelares que envíen al congelador la operación
Por lo demás, Sergio Egea demuestra en las páginas de LA NUEVA ESPAÑA que hay vida más allá del “fúrgol”. Y una vida sana, sostenible, ecológica y tal y tal. Queda la duda de si la explotación agrícola-ganadera del extécnico del Oviedo se rige por los estándares del ministro Garzón, de nombre Alberto. Pero eso ya es otra historia.
