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José Víctor Fernández

Con el mono de trabajo

El gol habló en francés en el Bernabéu, pero para respiro del madridismo el que monopolizó la conversación anotadora fue Benzemá después de que Mbappé helara el estadio con dos sustos conjurados por Courtois y finalmente su gol, que hacía pareja con el de la ida. A estas alturas todos conocen a algún hincha que en ese preciso momento cambió de canal, pronunció el “ya lo decía yo” y pasó a ver esa serie que todos tenemos por la mitad, pendiente de finalizar. Nunca se lo perdonarán. Derby County, Inter, Borussia Mönchengladbach, Bayern, Wolfsburgo y … PSG. Otra perla para el mito al que el fallecido Juanito puso frase en improvisado italiano (“Noventa minuti en el Bernabéu son molto longos”) y Valdano dio lustre literario con el retomado “miedo escénico” de García Márquez. Cuando todo parecía estar en contra, como en las buenas películas de suspense.

Benzemá practicó la suerte del gol en tres versiones y dejó un acrobático taconazo para el recuerdo, Modric confirmó su pacto con la intemporalidad y la cena futbolística europea fue de perdices acostando a todos felices. Bueno, a todos no, claro. El casi siempre sonriente Al-Khelaïfi mostró su perfil más oscuro y deja en una interesante posición a Ceferin y a la UEFA, de la que forma parte como miembro de su Comité Ejecutivo. Sus protestas (de algún modo hay que llamarlas) al final del encuentro ponen el foco en esta forma de irrumpir en el planeta fútbol, talonario en mano, y sin más normas que las del capricho personal. A ver como se pastelea, o no, su inevitable sanción y cuál es su alcance.

Y a ver cómo solventan los blancos su vuelta a la competición doméstica. Para Mallorca Ancelotti recurrirá al mono de trabajo y dará entrada previsiblemente a los meritorios de la segunda unidad. La Liga se retarda pero no se demora.

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