La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alberto Menéndez

La opinión sobre el Oviedo Baloncesto-Huesca: El partido más cómodo

La lógica se impuso ayer en Pumarín y el Unicaja Banco Oviedo tuvo su partido más cómodo en casa en lo que va de campeonato. El Huesca, que consumó su descenso de categoría en la capital del Principado, jugó muy desmotivado desde el minuto 1, mostrando sus muchas carencias. El decaimiento de los oscenses permitió al Oviedo distanciarse 9-0 en los primeros dos minutos del encuentro. Las diferencias fueron oscilando en el primer cuarto entre los seis y los diecisiete puntos . El segundo cuarto discurrió por los mismos derroteros y el primer tiempo acabó con 17 puntos de diferencia para los asturianos.

Con esa ventaja los azules tampoco es que forzaran mucho la máquina durante la segunda parte. Más bien se podría decir que se dejaron ir durante varias fases de los dos últimos cuartos. Ciertamente el Huesca, con una plantilla muy reducida y con la moral por los suelos apenas opuso resistencia. Debe ser muy complicado jugar un partido sabiendo que tu futuro pasa por la segura caída a la división inferior, si no es algo peor debido a los problemas económicos del equipo aragonés.

El Oviedo recuperó ayer por fin a Kabasele, después de cuatro partidos tocado. Y el pivot regresó con ganas y en apariencia sin ningún problema físico. Y quien más lo agradeció fue, sin lugar a dudas, Oliver Arteaga, quien durante la baja del congoleño llevó prácticamente todo el peso de los carbayones en la zona, algo muy pero que muy meritorio para un jugador tan veterano como él. Aunque también hay que reconocer que el Oviedo se ha encontrado con la presencia de un Elechi que va a más a medida que avanza la Liga y que cumple por encima de las expectativas que se tenían sobre él. Su presencia impone respeto a los contrarios y él tampoco se arruga a la hora de adquirir protagonismo.

Pero ayer el jugador que más destacó en el Unicaja fue, sin lugar a dudas, el sueco Lundqvist, quien con sus 21 puntos se convirtió en el máximo anotador de los azules, dando todo un recital en ataque, con canastas para todos los gustos. Distinto fue su papel en defensa, si nos atenemos a las numerosas llamadas de atención de su entrenador. Es evidente que Lezkano no quería ninguna relajación ayer para no encontrarse con una desagradable sorpresa, como había ocurrido en el encuentro disputado en Huesca.

El Unicaja Banco Oviedo no contó ayer con la ayuda de Jorgensen, con fiebre. Pero realmente no fue necesaria su presencia. Nueve jugadores azules lograron algún punto y eso que ayer, nuevamente (y ya son muchas ocasiones) Jeff Xavier estuvo negado de cara al aro contrario. No así Lobaco, que supo aprovechar su oportunidad y además de fajarse en defensa logró dos triples. Quien volvió a demostrar con creces los acertado de su fichaje fue el base colombiano Atencia, que una vez más dirigió con acierto a sus compañeros, además de aparecer en ataque cuando era más necesario, como es habitual. Ayer contó con la colaboración de un muy acertado y voluntarioso Alonso Meana, que suministró muchos y muy buenos balones a los tiradores y reboteadores carbayones.

91-73 fue el resultado final. Que no dice mucho, ya que en los últimos minutos los de casa se dedicaron más a buscar jugadas de lucimiento que a machacar a los oscenses.

Compartir el artículo

stats