La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alberto Menéndez

El plus que da un goleador

Tener a un goleador como Borja Bastón lleva a vivir situaciones como la de ayer en el Carlos Tartiere. Con la mejor entrada de la temporada y el máximo accionista del club en el campo la afición se volcó con el equipo desde el comienzo del partido y dio rienda suelta a su alegría al final del mismo tras la victoria ante el complicado Leganés. Y todo gracias al plus que da tener a uno de los máximos y mejores artilleros de la Liga. No es que Bastón tuviese una gran actuación ayer, pero la oportunidad que se le ofreció la metió; un extraordinario testarazo que dio tres importantísimos puntos al equipo azul, una victoria que sirve para mantenerle en la zona de play-off y que adquiere un valor aún mayor si cabe para afrontar con la moral por todo lo alto el derbi del próximo sábado en El Molinón.

Eso es lo que se espera de un delantero centro, el ideal de un 9: que desembrolle los encuentros, aunque lo cierto es que pocas veces se consigue. Pero el madrileño sí, el madrileño lleva dando una satisfacción tras otra a los seguidores azules desde el comienzo de la temporada. Tener a un posible “pichichi” de la categoría debería tener reflejo en la clasificación final del Oviedo. En este momento al menos los goles de Bastón han servido para meter al Oviedo de lleno en la lucha por la promoción.

El partido de la tarde de ayer en el Carlos Tartiere fue un claro ejemplo de lo que es la Segunda División cuando se enfrentan dos equipos de potencial similar. Porque el Leganés, aunque se encuentre varios puestos por debajo del Oviedo en la clasificación, es un equipo con un gran potencial, que por nombres en su plantilla debería estar más arriba en la tabla. Fue un partido cerrado, en el que los dos contendientes lucharon cada balón como si fuera el último. Todo a la espera de que un detalle sirviera para romper los guiones escritos por ambos entrenadores. Y para que ese detalle se produjera hubo que esperar al minuto 9 de la segunda parte. Un buen centro desde la derecha de Lucas lo remató Bastón a la red con gran fuerza y colocación.

El primer tiempo dijo muy poco, con dos equipos dedicados más a controlar que a arriesgar en busca de la victoria. Los ataques, diferentes: más directos los del Oviedo; los del Leganés más elaborados. Los azules llevaron el peligro a través de centros desde la banda, tanto de Borja Sánchez, como Viti, a los que no lograron llegar ninguno de los dos delanteros carbayones. Los madrileños por su parte tuvieron sus oportunidades a través de tiros lejanos. En dos ocasiones tuvo que intervenir Femenías para atajar dos potentes tiros de los de Nafti. El guardameta visitante Dani Jiménez pasó desapercibido.Unos primeros 45 minutos en los que fue muy difícil para los jugadores de ambos conjuntos encontrar espacios libres. Todo estuvo muy cerrado. El Oviedo solo los encontró cuando sus dos jugadores más abiertos, los canteranos Borja Sánchez y Viti se atrevieron a encarar a sus rivales, a los que superaron con clase y por velocidad. Pero en la mayoría de las ocasiones el juego azul fue demasiado previble, con una centro del campo excesivamente fallón, sobre todo Luismi. El partido se abrió algo tras el gol del Oviedo. Los madrileños a medida que avanzaban los minutos fueron, lógicamente, adelantando líneas y acercándose más a la portería de Femenías. No obstante oportunidades claras de gol apenas tuvieron. Amenazaron, pero no golpearon. El guardameta oviedista solo tuvo que intervenir con peligro en una ocasión. Los azules por su parte podrían haber aprovechado este paso hacia adelante del Leganés para haber intentado marcar el segundo tanto, pero no estuvieron muy clarividentes en los últimos pases, aunque lo intentaron.

Compartir el artículo

stats