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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

La opinión sobre el Oviedo: El partido del año

Al Cuco le toca ahora recuperar los ánimos tras la igualada en el Tartiere frente a un Zaragoza que hizo el partido del año. Cosas de estos finales locos de temporada, donde los impulsos hipervitaminados también juegan

Obeng presiona a Cristian Álvarez LUISMA MURIAS

En este “fúrgol” moderno en el que al parecer un empate vale lo mismo que una victoria, el Oviedo enfila su viaje a Las Palmas sabiendo lo que ya tenía claro hace unas semanas: lo que pase en el estadio de Gran Canaria marcará el futuro próximo de los azules en su lucha por regresar a la categoría de donde nunca debieron salir. Al Cuco le toca ahora recuperar los ánimos tras la igualada en el Tartiere frente a un Zaragoza que hizo el partido del año. Cosas de estos finales locos de temporada, donde los impulsos hipervitaminados también juegan.

En la parte positiva, si es que hay alguna negativa, los azules volvieron a demostrar su pegada y su capacidad para no perder. El asunto pudo ser mejor y hasta peor. Si al final hay alegría, la parada de Femenías se recordará como la que allanó el camino hacia el play-off; si hay descalabro, en la retina quedará el penalti parado por Cristian Álvarez a Bastón, uno de los principales responsables de que los carbayones estén llamando a las puertas del cielo.

Por lo demás, novedades en la vida del honesto Rubi, al que achacan cargar a las cuentas de la Federación Española de “Fúrgol” que preside un viaje romántico con una amiga pintora y de haber contratado a una agencia de detectives para espiar a Aganzo, al que dejó como hombre de paja en el sindicato de futbolistas para luego cabrear al honesto Luigi por querer volar solo. Pasan los años y el olor a cloaca en los estamentos del balón no se va, se adhiere a las paredes y se renueva. Todo muy divertido.

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