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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

La opinión sobre el Oviedo: Las azules gafas de Klopp

La casa azul va resolviendo los asuntos pendientes con celeridad de Lamborghini y no de coche a pedales de los Picapiedra. Bolo ya es el entrenador del Oviedo, que ha cerrado la incógnita de quién iban a ser sus líderes en los despachos y en el banquillo tras la “fuga” de Rubén Reyes y Cuco Ziganda

Bolo, detrás de Federico González, en el Tartiere LUISMA MURIAS

La casa azul va resolviendo los asuntos pendientes con celeridad de Lamborghini y no de coche a pedales de los Picapiedra. Bolo ya es el entrenador del Oviedo, que ha cerrado la incógnita de quién iban a ser sus líderes en los despachos y en el banquillo tras la “fuga” de Rubén Reyes y Cuco Ziganda.

“Contento e ilusionado”, dijo el entrenador vasco cuando fue “cazado” por LA NUEVA ESPAÑA a las puertas de las oficinas del Tartiere en las que fueron sus primeras palabras como técnico azul tras esas gafas a lo Klopp tan características del que fuera delantero del Rayo Vallecano.

Aunque Bolo es más arriesgado en los colores que el técnico alemán: ahora tendrá que pasarse a un azul más Oviedo, más noble, leal, benemérito, invicto y heroico. Las gafas del nuevo líder azul pueden convertirse en marca de la casa si las cosas marchan relativamente bien. Bolo llega, según cuenta los que saben de esto, con la meticulosidad por bandera y una obsesión por el fútbol que lo colocan como una de las más firmes promesas de los entrenadores de la nueva ola.

Ahora quedan por delante los retoques que Tito tendrá que dar a la plantilla para cumplir con los deseos del entrenador vasco. También habrá que estar atentos a ver cómo marcha el encaje de todos los nuevos engranajes que han llegado al Oviedo. Pero para eso hay tiempo: un largo y tórrido verano, ¿oyisti?

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