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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: La mutación

El capital mexicano que se quiere hacer con el control de la nave rojiblanca ya ha elegido al hombre que tomará las riendas de los destinos deportivos del club de Mareo y en la casa azul se centran en las entradas y salidas

Arturo Elías y Alejandro Irrarragorri LNE

La mutación del Sporting ha comenzado. El capital mexicano que se quiere hacer con el control de la nave rojiblanca ya ha elegido, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, al hombre que tomará las riendas de los destinos deportivos del club de Mareo. Le ha tocado a Gerardo García, gijonés, hombre de fútbol (agente) y con estrechas relaciones con Orlegi. Serán los resultados los que digan si la jugada es buena o mala, pero de mano parece inteligente ya que es tirar de un talento de la tierra que conoce el terreno, el entorno y las claves que rodean a una entidad que se enfrenta a su primer golpe de timón de verdad en casi treinta años.

Optar por un paracaidista con todo por hacer y conocer hubiera sido una apuesta arriesgada. Eso sí, mejor ir teniendo claro de dónde vendrán las órdenes, la política del grupo Orlegi y que el club de entrañable ambiente familiar pasará a la historia una vez que las escrituras cambien de nombre.

Mientras, a 28 kilómetros, el otro grande de la madreñina astur sigue a lo suyo una vez pasado el apurón de las entradas y salidas de entrenadores y directores deportivos. En el Oviedo calculan que harán falta unos diez fichajes, “pocos”, dicen los que saben. Y es que el “fúrgol” se ha convertido en un trae y lleva de mercancía de culo de mal asiento que aguanta lo justo en cada destino: si las cosas van mal, se rompe el matrimonio a la primera; si van bien, se busca una salida mejor, que esto de la pelotita dura poco y hay que hacer caja. Y así, entre las novedades del zoco y la espera por la visita del tío rico de México, el verano arranca movidito, ¿oyisti?

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