El sportinguismo está de luto ante la partida hacia el otro lado del páter Fueyo. El hombre que juraba por Quini ya no podrá ver a pie de pista qué ocurrirá con el cambio de propiedad de su Sporting, pero es seguro que tendría buenas palabras para los que lo dejan y algún que otro consejo para los que llegan. Fueyo deja tras de sí una historia de amor incondicional por unos colores que no le impidieron cumplir a tiempo completo con su otra vocación, aunque a los defensores de la ortodoxia en el púlpito se le atragantaran algunas de sus ocurrencias. Para la historia del sportinguismo quedará aquella misa en la capilla de La Providencia en recuerdo a El Brujo.
Por lo demás, ya sabemos, tal y como contó LA NUEVA ESPAÑA, que el principio del fin del fernandismo en el Sporting comenzó con un café. A veces los asuntos más complicados se engrasan o se desengrasan a base de pequeños detalles. Así es la vida.
Mientras, a 28 kilómetros, ya se producen las primeras reacciones a lo que puede ser un duelo al sol con los dos grandes del fúrgol de la madreñina en manos del capital mexicano. Don Federico, en un acto promocional en el que se puso fecha de caducidad, no se dio por enterado. “Nos tiene sin cuidado”, dijo, no se sabe si en referencia al aterrizaje de Orlegi en Gijón o a la rivalidad entre Carso y el grupo que encabeza Alejandro Irarragorri. El temita y la previa del próximo derbi, el mismo fin de semana que la final del Mundial, promete, ¿oyisti?
