Concluye la semana en la que los dos grandes del "fúrgol" de la madreñina han vuelto a lo suyo una vez finalizadas las vacaciones en, pongamos que hablo de Madrid, Ibiza y la tierra de Walt Disney. Tanto a las praderías de Leorio como a la casa azul han empezado a llegar las nuevas caras. Faltan otras cuantas. Lo que se espera ahora, y siempre en paralelo, es la operación salida. En el caso del Sporting, el tema se centra en Nacho Méndez y en Campuzano.
Lejos parece aquel verano, aquel en el que Javi Rico apareció en nuestras vidas, en el que el "10" de Luanco fue enviado al rincón de pensar para que aceptara la oferta de renovación que tenía sobre la mesa. Al final se firmó la paz, pero en el campo nunca acabó de cuajar el asunto. Ya no se sabe cuántas temporadas después el club del "ganar sirviendo" quiere que Méndez haga las maletas y deje sitio en el vestuario y en el límite salarial, apretadísimo por eso de la deuda y tal y tal.
El caso de Campuzano fue el de una apuesta personal de David Gallego que por culpa de las lesiones se quedó en nada. Pero en estos tiempos de apreturas, escasez de parné en el "fúrgol" y demás, las salidas son operaciones de difícil encaje si no hay quien quiera hacerse cargo de los sueldos de futbolistas que no cuentan con el respaldo de las estadísticas.
Mientras, a 28 kilómetros, Bolo tiene un sueño, el de empezar y acabar la temporada con el dúo de atacantes Borja Bastón-Sergi Enrich. No suena mal. Pero, como siempre, toca esperar por el señor mercado, ¿oyisti?
