Cristo González ya toma cocacolas con Gerardo García, responsable de la parcela deportiva del Sporting, en Gijón. Insua y Pol Valentín ya hablan de lo "guapo" que es lo de la Mareona y de la ilusión que se respira por las calles de la villa. Y en Oviedo están a la espera de atar a una de esas joyas del emergente "fúrgol" mexicano, mientras Enrich se sube con gafas y todo a la "boloneta" de Jon Pérez, uno de sus grandes valedores en esto del negocio de la pelotita. La globalización del balón ya es toda una realidad en la madreñina "furgolística".
Todo ello en los días previos a que empiecen los amistosos de pretemporada, que hace tiempo a los jugadores solo les sirven para descargar las piernas y a los aficionados para familiarizarse con las nuevas caras. Es seguro que en poco o en nada se parecerán los equipos del Oviedo y del Sporting que se midan a Ferrol y Racing de Santander a los que arranquen la Liga, pero con algo hay que ir quitando el hambre de fútbol que hay en el verano que cambió nuestras vidas con el aterrizaje del capital mexicano a través de Pachuca y Orlegi.
Aunque a los más ávidos de emociones fuertes siempre les quedará engancharse al torneo apertura de la Liga mexicana, donde juegan cuatro equipos hermanos: Pachuca y León (hermanitos del Oviedo) y Atlas y Santos Laguna (los ídem del Sporting). ¿Quién dijo miedo? Será por perres y "fúrgol", ¿oyisti, güey?
