En territorio comanche

La opinión sobre el Japón-España: El pánico de la desmemoria

Nunca comenzar el Mundial con una goleada como la de España ante Costa Rica había hecho tanto daño. Desde aquel día, muchos que dicen saber de "fúrgol" llevan diseñando en sus iluminadas cabecitas el once con el que "¡Espaaaññññaaa, coño!" debía jugar en cuartos contra Brasil

Luis Enrique, durante el Japón-España del Mundial de Qatar 2022

Luis Enrique, durante el Japón-España del Mundial de Qatar 2022 / Juanjo Martín

Pablo González

Pablo González

El Mundial de las dos caras, la de la protesta y la de mirar para otro lado, estuvo a punto de acabar en drama para un cabreado Luis Enrique y sus muchachos, a los que les esperan unos días de azotes por lo visto ante Japón. Nunca comenzar el Mundial con una goleada como la de España ante Costa Rica había hecho tanto daño. Desde aquel día, muchos que dicen saber de "fúrgol" llevan diseñando en sus iluminadas cabecitas el once con el que "¡Espaaaññññaaa, coño!" debía jugar en cuartos contra Brasil, obviando que por el medio había una fase de grupos sin cerrar y, con suerte, la eliminatoria de octavos. Pero si algo tiene el "fúrgol" es que es un animal indomable que en un segundo te puede reventar la cara de una coz y pasar a la siguiente pantalla sin ningún tipo de remordimiento.

Aquí encaja como un guante hecho a medida lo sucedido con la Roja, que durante unos minutos pasó de ser la favorita a estar eliminada. Tuvo que llegar al rescate Alemania, que gracias a su estéril victoria ante Costa Rica permitió a España seguir soñando, siempre y cuando el ridículo ante Japón y el susto de verse en el avión de vuelta a casa sirvan para que aprenda todo el mundo: los protagonistas, los de dentro, los de fuera, los de abajo y los de arriba. Sobre todo, porque en estas lides España y los españoles ya deberíamos tener callo y memoria, que no todo va a ser la histórica y exhumar momias.

Aunque siempre nos quedarán los optimistas: jugada de maestro de ajedrez la de Lucho, que se quitó de un plumazo a Croacia y a Brasil para cambiarlos por Marruecos. Seguro que sí, pero no parece después de ver la cara del asturiano y sus declaraciones tras el partido. Veremos lo que nos cuenta estos días, pero no parece que vaya a variar mucho el discurso. Y sin olvidar lo que estarán pensando en Alemania, donde ya deben de estar cancelando las vacaciones de verano en Mallorca, las paellas precocinadas a precio de caviar y los camiones de sangría. Eso sí que dispararía el pánico y se grabaría a fuego en la memoria, ¿oyisti, güey?

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