La deriva de la FEMPA

El Convenio Internacional de Reciprocidad de Refugios es un convenio para que los deportistas de la FEDME (Federación Española de deportes de montaña y escalada), junto con los del resto de federaciones firmantes (Francia, Italia, Suiza, Alemania y Austria) tengan un descuento en las pernoctas en sus refugios, además de crear un fondo que se reparte anualmente entre las federaciones firmantes. España, hasta ahora aportaba a este convenio todos los refugios de las distintas federaciones territoriales excepto los de la Federación de Entidades Excursionistas de Catalunya (FEEC), que ya se salió del convenio en 2012, argumentando que no recibía dinero de la administración ni de la FEDME. Poco tiempo después, la FEEC realizó gestiones para ingresar en el mismo Tratado Internacional de Refugios como federación independiente.

Dice Juan Rionda (actual presidente de la gestora de la FEMPA), que la FEDME se queda con el dinero que recibe del convenio y que "durante muchos años solo ha repartido migajas a las federaciones territoriales". Esto es totalmente falso, pues estos fondos que recibe la FEDME del convenio de reciprocidad son auditados por el Consejo Superior de Deportes, pero es el argumento que utiliza y repite como un mantra la candidatura continuista, para justificar la salida de Asturias de este convenio internacional. "La FEDME nos roba". ¿Les suena?

La FEDME es una entidad que tiene delegadas por el gobierno las funciones de representar a España en los foros internacionales. Por otra parte, las federaciones autonómicas, como por ejemplo la FEMPA en Asturias son las que expiden las licencias federativas. Estas pueden ser de dos tipos: autonómica FEMPA o nacional FEDME. En el montante que pagamos por nuestra licencia, incluye el dinero de una póliza de seguro de accidentes y una tasa para la federación autonómica. En caso de que nuestra licencia sea nacional, al dinero que cuesta la licencia se le añaden unos 13 euros que van directamente a la FEDME, a la cual le interesa que haya muchas licencias de este tipo, pues de ella dependen las selecciones internacionales y olímpicas (esquí de montaña y escalada).

Pero vayamos ahora al tema de los refugios. De los 7 que gestiona la FEMPA, 5 son propiedad de la administración asturiana y 2 son propiedad de la FEMPA. Durante estos últimos años Juan Rionda, ha denunciado reiteradamente el abandono por parte de la Administración de los refugios asturianos, reclamando dinero para su mantenimiento. Según él mismo dice, la FEMPA ha gastado en Brañagallones y La Terenosa 120.000 euros. Este último refugio es propiedad de la FEMPA por lo que es normal que esta entidad corra con los gastos. En cuanto al refugio de Brañagallones, se le olvida a Juan Rionda mencionar que fue él mismo quien en 2016 negoció con la administración asturiana las condiciones de cesión, gestión y explotación de esta instalación (un hotel de lujo) para convertirlo en un refugio de montaña. Por lo tanto, hacer responsable a la FEDME de los problemas económicos causados por mala gestión es demagogia barata y ganas de confundir y engañar al colectivo montañero y, lo que es peor, es una infamia.

Pero para seguir entendiendo este maquiavélico plan de desposeer a la FEDME de fondos y representación internacional tenemos que saber cuál es el punto de inflexión a partir del cual las relaciones de la FEMPA con la FEDME cambian y esto tiene que ver con las elecciones del 2020.

En 2020 (año olímpico) se celebran elecciones tanto en Asturias como a nivel nacional. En las de la FEDME, se presentan dos candidatos: Bernat Clarella (continuista de Garrigós, 30 años en el puesto) y Alberto Ayora. El candidato Clarella ofrece a la empresa privada Prames, de la cual la federación aragonesa es la mayor accionista, llevar senderos y refugios si logra ganar. En las elecciones a la FEMPA se presentan dos candidatos: Juan Rionda (22 años en el puesto) y Manolo Taibo, que además forma parte del equipo de Ayora que como es natural, muestra su apoyo al candidato Taibo, y Clarella, buscando aliados, lo hace con Rionda. Las elecciones asturianas son declaradas nulas por falta de transparencia y se decreta repetirlas. En este espacio de tiempo, las elecciones nacionales las gana Alberto Ayora. Finalmente, y tras 2 años de espera, se convocan estas elecciones, que se celebrarán el 9 de enero.

En este convenio de Correspondencia Mutua, en el que nos quieren meter a los federados asturianos al sacarnos del de Reciprocidad Internacional y al que disfrazan de ventajas y de ser la solución para el mantenimiento de los nuestros refugios, los intereses motivantes de las federaciones catalana, navarra y vasca están claros, no hace falta explicarlos, para la aragonesa la razón es Prames y para la asturiana, intereses electorales. Detrás de esto no hay más que el interés de desprestigiar, desestabilizar y desposeer a la FEDME de representación internacional.

La FEMPA dirigida por Juan Rionda y su equipo va en una deriva constante, la problemática de los refugios solo es la excusa para saciar su sed de venganza, aunque para ello desestabilice nuestro querido deporte, divida a los montañeros y ponga fronteras donde no las había. Solamente votando en las elecciones del 9 de enero, por una nueva candidatura, la del cambio, podremos revertir la situación y remar todos en la misma dirección.

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