En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: Los jugones de la terminal

La terminal de llegadas y salidas de la madreñina «furgolística» sigue funcionando a tope, al nivel de cualquier aeropuerto de la Costa del Sol en pleno verano. El Almirante Cervera ya tiene lo que quería y el Sporting cuenta con nuevo portero

Raúl Moro durante su presentación como nuevo jugador del Real Oviedo

Raúl Moro durante su presentación como nuevo jugador del Real Oviedo / Irma Collín

Pablo González

Pablo González

La terminal de llegadas y salidas de la madreñina «furgolística» sigue funcionando a tope, al nivel de cualquier aeropuerto de la Costa del Sol en pleno verano. El Almirante Cervera ya tiene lo que quería: piezas para el ataque rápidas. La última, Manu Vallejo, al que el técnico azul conoce muy bien de su etapa en el Cádiz, donde supo exprimirle y ponerle en el escaparate.

Junto con Raúl Moro, que promete aportar «velocidad y ambición», al entrenador azul se le está quedando una vanguardia aparente. Una de las dudas que surgen es cómo resolverá el atasco en la zona que rodea al área: Borja Sánchez, Koba, Viti y tal y tal y tal. Otra, ver quién se llevará la medalla de cartón o de oro de ley si la cosa funciona o marcha regulera.

Mientras, a 28 kilómetros, a rey muerto, rey puesto. Mariño ya es jugador del Almería y en su lugar llega Guillermo de Amores, otra apuesta de Orlegi por el «fúrgol» sudamericano en busca de revalorizar a los muchachos en Europa. Lo que sigue enquistado, al menos a la hora de escribir estas líneas, es el «caso Gragera».

Hubo paseíllo del entorno (lo que viene siendo el representante del jugador) por Mareo a ver si hay manera de mover la mercancía o, en su defecto, lograr una sustancial mejora en el salario del muchacho si al final unos y otros entierran el hacha de guerra. Son días en los que poco o nada se habla de lo importante, el partido ante el Málaga, el segundo test liguero para MAR y el nuevo proceso de la organización. Y es que solo los puntos dan la felicidad, ¿oyisti, güey?

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