epígrafe

La opinión tras el Alimerka Oviedo-Albacete: Demasiadas piezas oxidadas

El Alimerka Oviedo no acaba de despegar y de aprovechar sus ventajas

Alberto Menéndez

Alberto Menéndez

Lo importante era ganar, y el Oviedo Baloncesto lo consiguió, pero lo que evidenció el partido de ayer ante Albacete es que el equipo carbayón no despega, que continúa sin saber aprovechar sus ventajas. Anoche los azules llegaron a ir ganando por 17 puntos en el primer tiempo (40-30 en el descanso) y, sin embargo, a punto estuvieron de perder el encuentro. El tercer cuarto de los de Trifón Poch fue nefasto, para olvidar, tanto en defensa como en ataque. Así y todo, la victoria debe ayudar a la recuperación anímica del equipo.

Lo que resulta difícil de entender es como el Alimerka sale como un cohete a la cancha, controla sin paliativos a sus contrarios, como sucedió ayer y en varios partidos anteriores, y luego su juego se va disolviendo como un azucarillo en un vaso de agua. Tras ver como se comportaron los jugadores del quinteto titular ovetense en el inicio del choque era impensable pensar que las cosas se iban a complicar tanto. Sobre todo, porque el Albacete es un equipo con muchas limitaciones, que por algo se encuentra como se encuentra en la tabla clasificatoria. Menos mal que los castellano-manchegos estuvieron realmente desacertados.

Una vez más quedó en evidencia que el Alimerka necesita de forma urgente un nuevo base. Peñarroya no puede estar tantos minutos en cancha. Menos mal que ayer el islandés Thorjarnarson cogió las riendas en los últimos minutos y, además, con acierto, siendo claves sus puntos para sacar adelante el partido. Y, como no, otra vez volvió a ser fundamental Arteaga. Pero el conjunto carbayón necesita que aparezcan ante la cesta contraria jugadores como Romeo Crouch y Nigel Pruitt. El primero, por las razones que sea, lleva varios encuentros más o menos desaparecido. También está desconocido Marc Martí, sin confianza desde que volvió a las canchas tras su larga lesión. Y qué decir de Adriá Domenech, en un agujero del que no sale desde hace demasiadas semanas. Muchas piezas oxidadas para que el motor del Alimerka pueda funcionar adecuadamente. Saber engrasarlas es tarea del entrenador. ¿Podrá a sabrá hacerlo? El futuro del equipo depende de ello.

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