Abelardo, Meana y la ovación en Oviedo al Sporting

Sobre los entrenadores asturianos que pasaron por el banquillo azul y por el rojiblanco

Pedro Rodríguez Cortés

Pedro Rodríguez Cortés

El cese de Abelardo como entrenador del Sporting me trae a la memoria las explosivas declaraciones de Manolo Meana en 1950 a un diario ovetense. Meana fue santo y seña del fútbol asturiano en los años 20 del pasado siglo y posteriormente seleccionador nacional, con una trayectoria similar a Abelardo en cuanto a la permanencia en el banquillo de nuestros equipos más representativos, en éste caso como entrenador del Real Oviedo en dos ocasiones, igual que Abelardo en el Sporting. Situación que confirma el poco recorrido que a los entrenadores asturianos les espera en los citados equipos. Años después de su segundo paso por el Oviedo, Meana declaró a la prensa: "Doy 30.000 duros si un ovetense aguanta cinco años entrenando al Real Oviedo y 60.000 si es de Gijón".

Como anécdota sorprendente rescatamos una de hace 70 años. El 22 de enero de 1953, el diario "Región" de Oviedo recogía una información del periódico gijonés "Voluntad" que hacía referencia al comportamiento deportivo de la afición ovetense con el Sporting. Aquella temporada 1952-1953 el Oviedo, como campeón del Grupo Norte de Segunda, se reintegró a la Primera División con el Málaga del Grupo Sur. En enero de 1953 tanto el Sporting (7.º) como el Oviedo (9.º) gozaban de cierta tranquilidad en la Liga. El 18 de enero el Oviedo vapuleó al Atlético de Madrid (5-0) y el Gijón, como se decía entonces, viajó a Málaga donde venció por tres goles a dos.

El resultado del Gijón en Málaga fue seguido atentamente en Buenavista a través del entonces llamado marcador simultáneo. Dice del partido el veterano redactor deportivo de "Voluntad" Epe (Enrique Prendes): "La actitud del público ovetense que acudió a Buenavista no pudo ser más cordial y afectuosa para el Sporting, se lamentó primero la aparición de la señal que consignaba el penalti con que había sido castigado el once gijonés. Posteriormente cuando el Sporting puso el tanteo en dos a uno a su favor, estalló una calurosa ovación. Y después, al aparecer el tres a dos definitivo favorable al Gijón, pese a que ya había terminado el encuentro y el público podía desentenderse de lo que pasara fuera, la ovación fue aún más fuerte y acompañada de gritos no menos calurosos, que surgían tanto de la tribuna como de general".

"Epe" finalizaba la información con el siguiente ruego: "En Buenavista había muchísimos gijoneses que fueron testigos de ésta cordial acogida y que el próximo domingo en El Molinón desearán también que el simultáneo recoja un triunfo ovetense en Barcelona para corresponder a la cariñosa actitud de nuestros vecinos".

La eterna rivalidad entre ambos equipos también gozó de encuentros de fraternidad.

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