En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: El Cuco y los organismos vivos

Según lo visto en este arranque de semana, el técnico canario del Sporting baraja volver a los cuatro defensas ante el Huesca del exazul Ziganda, demostrando que sí, que los sistemas son organismos vivos y como tales crecen, se desarrollan con mayor o menor éxito y tarde o temprano mueren

Ziganda y Miguel Ángel Ramírez

Ziganda y Miguel Ángel Ramírez / LNE

Pablo González

Pablo González

Apagados (o no) los ecos del partido del Sporting en Butarque y el peculiar posterior análisis de MAR, con #hashtag o sin él, los rojiblancos avanzan hacia el partido del domingo en El Molinón ante el Huesca del Cuco. El ex del Oviedo les tiene tomada la medida a los rojiblancos, al menos cuando defendía la bandera azul del "orgullo, valor y garra".

Aunque, siendo optimistas, los números de los de Ziganda fuera de casa son de los peores de la categoría, con solo una victoria, curiosamente en el Tartiere, y cinco empates. Lo único claro es que el proyecto de MAR y sus muchachos necesita una victoria como sea para calmar las aguas y seguir ganando tiempo de cara a seguir aposentando sus ideas.

Según lo visto en este arranque de semana, y tal y como cuentan los que saben de esto, el técnico canario baraja volver a los cuatro defensas, demostrando que sí, que los sistemas son organismos vivos y como tales crecen, se desarrollan con mayor o menor éxito y tarde o temprano mueren. Ya saben, polvo al polvo y cenizas a las cenizas.

La visita del Cuco servirá para medir el estado de ánimo del equipo y del sportinguismo tras el agitado fin de semana pasado, y lo hará ante un equipo de autor. Ya saben, amiguinos y amiguinas, que pase poco en el área propia y aprovechar lo que se tenga en la rival.

Algo que a 28 kilómetros no gustaba a todos y que ahora, en una versión más hardcore a cargo del Almirante Cervera, hace las delicias de casi todos una vez probado el fallido "fúrgol" espectáculo con Bolo. El asunto del balón es "asín": lo que ayer causaba carraspeos y provocaba culos incómodos en las butacas, ahora enamora. Deben de ser cosas del cambio climático, con #hashtag o sin él. Y es que a los proyectos solo los hacen buenos los puntos y más puntos. Nada más, ¿oyisti, güey?

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