En territorio comanche

La opinión sobre el Sporting y el Oviedo: El Sporting y el esquimal

El pesimismo se ha adueñado de la casa azul, mientras que a 28 kilómetros toca seguir sudando con este Sporting que transmite más frío que un esquimal en una cámara frigorífica y que no acaba de encontrar su sitio en esta Segunda que no espera por nadie

Pablo González

Pablo González

El cierre en Anduva de la semana de la ilusión y de la tragedia oviedista acabó rodeando el proyecto del Almirante Cervera de más dudas de las que ya arrastraba. Por eso el partido del viernes en el Tartiere ante el Tenerife toma cuerpo de final, aunque todavía quede tiempo para bastantes cosas: sufrir más o acelerar para llegar lo antes posible a los 50 puntos para que la navegación hasta el final del curso sea tranquila. Pero ahora mismo el asunto pinta gris tirando a negro.

El pesimismo se ha adueñado de la tropa y los mensajes que lanza en rueda de prensa el técnico del Oviedo tampoco ayudan a levantar la moral. Cervera, algo así como el niño de "El sexto sentido", dice: "Veo cosas que no me gustan nada, cosas que nos perjudican mucho". Y luego están las palabras de Dani Calvo tras la derrota frente al Mirandés: "Al fútbol se juega con balón y nosotros no lo queríamos". Juzguen ustedes, amiguinos y amiguinas.

Mientras, a 28 kilómetros la vida sigue igual, con el Sporting paseando su irregularidad por esos campos de España. En el Carlos Belmonte lo mejor fue que por fin Djuka recuperó su instinto goleador. Pero esta vez el entramado defensivo de MAR, con #hashtag o sin él, no funcionó, y el Albacete remontó en menos de media hora. Toca seguir sudando con este Sporting que transmite más frío que un esquimal en una cámara frigorífica y que no acaba de encontrar su sitio en esta Segunda que no espera por nadie, ¿oyisti, güey?

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